Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni (La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni) Kapitel 8 – Saison 23/24 - Runda 1 - II (Capítulo 8 – Temporada 23/24 - Rueda 1 - II) Teil 54 – Der Fiscal von LAOLA1 und der Geplante Zweifel (Parte 54 – El Fiscal de LAOLA1 y la Duda Plantada) En Innsbruck, Austria El fin de semana de descanso había sido breve pero necesario. La goleada por 7-1 ante el Brixen era un recuerdo dulce, pero las bajas de Tarhan y Popovic, sumadas a la ausencia de Damm, dejaban un sabor amargo. La plantilla estaba lista el lunes por la mañana para comenzar el entrenamiento regenerativo, pensando ya en el partido del domingo siguiente ante el SC Münster. En la austera oficina del Tivoli Neu, Matthias se reunió con su círculo íntimo. Daniel Iril, Fernando Pino y Kevin Honmann (el único austriaco en ese cuarteto central) se inclinaban sobre la mesa, rodeados de data sheets y videos tácticos. Analizaban la inusual inconsistencia del equipo: una máquina de hacer goles que, a ratos, era sorprendentemente vulnerable. Debían pulir la fase defensiva antes de salir a las instalaciones del Sportanlage Wiesengasse, donde los equipos del Wacker entrenan diariamente. Fernando y Daniel debatían la conveniencia de alinear a Haliti como lateral, mientras Matthias revisaba las cargas de trabajo de Budinsky. La conversación se interrumpió cuando Kevin Honmann, el segundo entrenador, dio vuelta su notebook con una sonrisa irónica. En la pantalla se leía un titular en mayúsculas de LAOLA1. — Matthias, mira esto —dijo Kevin, su acento tirolés más marcado por la diversión—. Parece que tienes un nuevo amigo. Y no le caíste muy bien. El titular era contundente. Matthias tomó la notebook y leyó el nombre del autor: Lukas Gruber. Un periodista que ya había escuchado nombrar en los círculos de la ÖFB: joven, agresivo, obsesivo del dato y con una clara aversión a la tibieza en el fútbol. La tranquilidad de la mañana se rompió con el primer golpe mediático real. La nota de Lukas Gruber era un misil directo a la línea de flotación de Matthias. El título, ya de por sí incómodo, preparaba el terreno para un análisis que iba mucho más allá del simple resultado. Gruber no se enfocó en el 7-1, sino en el "cómo" y, sobre todo, en el "quién". La columna, titulada "Schall o Silencio: El Nieto de la Leyenda Dirige sin Partitura", comenzaba reconociendo la victoria, solo para deconstruirla inmediatamente. Lukas Gruber, con su estilo de "fiscal", utilizó la reciente derrota ante el Oberland West como munición. "El 7-1 ante Brixen es la anestesia que Matthias Schall necesitaba, pero esconde la fiebre. Un 'Wunderkind' no necesita que le regalen una masacre para demostrar su valía. ¿O acaso el nieto de Toni sólo puede ganar cuando el rival decide no competir? La inconsistencia no es una virtud, es inmadurez. Y el Wacker no tiene tiempo para jugar a ser inmaduro." Gruber cuestionaba directamente las decisiones tácticas de la temporada. Señalaba la posesión obsesiva y estéril en el empate inicial, la fragilidad defensiva en el 3-2 y, ahora, la incapacidad de la enfermería para mantenerse vacía. "¿Por qué mantenemos esta línea defensiva alta si el Wacker no tiene la velocidad para el repliegue? Los goles en contra no son una casualidad, son un error sistémico. Y ahora, con tres bajas importantes, Matthias se ve obligado a alinear a jóvenes que aún no están listos. El precio de esta 'táctica de posesión a toda costa' es la salud de la plantilla." El periodista de LAOLA1 dedicaba un párrafo punzante al apellido de Matthias. Recordaba la valentía y el genio del "Pequeño Toni", elevando la vara de Matthias a niveles imposibles. "Ser un Schall abre puertas, Matthias, pero no detiene a los delanteros rivales. Hora de despertar. La afición del Tivoli Neu merece una defensa sólida, no solo un ataque de chispazos. Si Matthias quiere triunfar por mérito propio, debe dejar de actuar como si el simple nombre fuera un plan de juego." El artículo terminaba con una nota de escepticismo brutal, dejando una duda plantada que Matthias no podría ignorar. El joven entrenador cerró la notebook. Había que salir al campo. La crítica, aunque incómoda, era informada. Y el desafío, ahora, era responder al Fiscal de LAOLA1 sin pronunciar una sola palabra.
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