Prólogo del autor

Y nació mi quinta historia. Tras mis primeras historias: El resurgir del United, Barack Obama, Como llegue a ser legendario y Futbolitas, apareció la quinta: Artyom Vasily, historia que iba a servir de tributo a ese gran personaje creado por nuestro amigo PioPio. Sin embargo, por un fallo del ordenador la partida se perdió.

Y, en parte, nació está nueva historia. En ella encarnaré a un entrenador un tanto extraño, excéntrico, que parece no saber demasiado de relaciones con las personas, del sistema… humano, digamos.

Comenzaremos con un equipo de la liga inglesa, un equipo algunos de vosotros me recomendasteis en la Zona de elección de equipos. Además, volveré a las tramas, a los capítulos. Esta vez los centrare en una mezcla de misterio, humor y acción que, espero, será explosiva.

En esta historia podré de cambiar de equipo cuando llegué un contrato de otro equipo, siempre y cuando quiera aceptarlo. Por lo tanto, es la historia de un mánager no de un equipo.

Intentaré seguir la línea que me marqué con Como llegue a ser legendario y Futbolistas, mis dos mejores historias a mi parecer. Siempre me ha gustado escribir para mí y para la gente. Hacer disfrutar a las personas y hacerlas sufrir con las andanzas de mis personajes. Sin duda, esto es un gran reto después del éxito de Futbolistas. Ese reconocimiento que me disteis gracias a esa historia será un plus de motivación, y presión, a la hora de hacer está nueva historia.

Sin más que contar, espero que disfrutéis está historia. Que acompañéis a nuestro nuevo amigo, el mánager, en sus andanzas y, por supuesto, ganemos campeonatos.

Datos de la partida

• Ligas seleccionadas
  

  

  Inglaterra (Blue Square North and South y superiores)
  
  
  Francia (Ligue 2 y superiores)
  
  
  Alemania (Segunda división y superiores)
  
  
  Italia (Serie B y superiores)
  
  
  Escocia (Segunda división y superiores)
  
  
  España (Liga Adelante y superiores)
  
  
  • Fecha de inicio: Inglaterra (Julio 2009)
    
  • BBDD: Grande
    
  • Versión FM: FM 10.2.0
    
  • Moneda: Euro
    
  Además, añado que esta historia es totalmente ficticia y por lo tanto, nada de lo que se escribe es real. Si hay alguna coincidencia en los nombres de los personajes que salgan en esta historia, es pura casualidad.

Editado Marzo 17, 201015 años por Andrew

Capítulo I: Bienvenido

”Bienvenido Mr.Dixon”

Abrió los ojos. Distinguió el cielo azul entre las ramas de aquellos densos árboles. Movió un brazo. Su cuerpo parecía reaccionar a la perfección, pero la fuerza que necesitó para incorporarse fue mucho mayor a la cual estaba acostumbrado. Consiguió poner en pie. Le temblaron las piernas, parece que tendría que hacer mucho más ejercicio del que estaba acostumbrado.

Miro hacía sus lados. Aquello parecía ser un bosque. Espero no estar muy lejos de la civilización, pensó. Se llevo la mano a uno de los bolsillos de aquellos pantalones que se había puesto y sacó una pequeña tarjeta de identificación. Jack Dixon, ese era su nombre a partir de ahora. Dio una primera zancada y comenzó a caminar. No sabía dónde iba, se dejaba llevar por su instinto.

-Eh, tú! –dijo un hombre que había visto a Jack.

-¿Me habla a mí?

-Claro. –dijo el hombre- ¿ves a alguien más por aquí?

Jack no respondió.

-Ten cuidado porque he estado a punto de dispararte.

-¿Acaso quiere matarme? –preguntó Jack Dixon, asombrado.

-No, pero estoy cazando y he visto como se movían unos yerbajos y pensé que era un animal.

-Pero era yo, acaso quería matarme?

-No, te estoy diciendo que no. –dijo el hombre, harto del extraño comportamiento de aquella persona.

Jack siguió caminando dejando al hombre con la palabra en la boca.

-Espero que no me dispares –dijo Jack Dixon cuando ya casi no veía al hombre.

Mi primer encuentro, pensó Jack, Creo que lo he hecho bien. Llego al final del bosque y al principio de la civilización. Leyó el cartel que había en un gran anuncio publicitario: ¡¡Bienvenidos al distrito Hammersmith y Fulham!!. ¿Y ahora qué?, pensó Dixon.

Unos días antes…

- Que quería, señor?

- Hola Bothan, siéntese y tutéame.

- De acuerdo. –dijo Bothan- ¿Qué quieres Noghri?

- Lo vas a hacer tú.

- ¿El que? –preguntó Bothan sin saber a que se refería su superior.

- Lo que tendría que hacer Sniwiano.

Bothan no respondió de inmediato. Su cerebro se paró un instante y, seguidamente, comenzó a funcionar a trescientos por hora.

- Ni por asomo, Noghri. –contestó Bothan- Eso es cosa de los soldados rasos, ellos son los que tienen que hacer el trabajo de campo. No tengo ni la menor intención de ir yo.

- Harás lo que se te diga, Bothan. – contestó Noghri seriamente pero sin enfadarse.

Actualidad…

Esto lo tendría que haber hecho Sniwiano, joder, pensó Jack. Estaba dentro del distrito Hammersmith y Fulham, y tenía un destino al cuál llegar. Había ido a aquel lugar de la Tierra para convertirse en un puñetero entrenador de fútbol. Fútbol…, pensó Dixon. Ese deporte le repugnaba, tantas personas, ese olor a sudor que desprendían las personas que practicaban aquel deporte le resultaba insoportable.

Sus pies se pararon en seco. Allí estaba, delante del estadio Craven Cottage. Allí estaba, delante de su tapadera para realizar el trabajo que le había sido encomendado. El estadio del Fulham, dónde tendría que pasar un tiempo hasta acabar su trabajo. Ese equipo con ciento treinta y un años de historia y que era apodado como los Cottagers. Que originales…, pensó Jack. El Fulham un equipo casi sin palmarés. Ya podrían haberme buscado un equipo mejor, se quejó Jack.

Unos días antes…

Bothan ya estaba convencido de que nada podría cambiar la opinión de Noghri, así que se vistió y espero mientras los científicos le preparaban para iniciar el viaje. No le quedaban más de diez minutos para comenzar ese viaje que no quería hacer. Noghri permanecía a su lado durante todo el rato, no se despegaba de él en ningún momento. Ni siquiera se despegó cuando estuve despidiéndome de Arcona en nuestro nido de amor.

- Bien, Bothan –dijo Noghri- recuerda que vas a Inglaterra..-

- ¿Y porqué no a Estados Unidos? –le interrumpió Bothan

- Porque no, además ellos creen que iremos allí antes que a ningún otro sitio. –aclaró Noghri- ¿Supongo que sabrás el idioma y las costumbres, no?

- Si, fui yo quien estuvo enseñando a Sniwiano, ese que debía ir. –contestó Bothan, cabreado.

Noghri rió y siguió a Bothan. Los científicos estaban introduciendo a Bothan en una cápsula de dos metros por dos metros.

- Sin embargo, deberás saber que todo será diferente en la práctica. Espero que pases desapercibido y sepas hacer tu trabajo. –dijo Noghri.

- Yo también lo espero, pues eso significará que podré volver…-

A Bothan no le dio tiempo de acabar la frase. Le había encerrado en la cápsula y Noghri había pulsado el botón rojo (si, siempre un botón rojo) para que aquel artefacto comenzará a funcionar. La cápsula emitió un extraño ruido y salió disparada.

Noghri corrió hasta la ventana más próxima.

-Adiós Bothan, hola Jack Dixon. –dijo Noghri- Despídete del planeta Raticulín, porque tu destino es el planeta Tierra.

Ya era hora de verte de nuevo por aquí amigo. Gran comienzo como siempre, aunque no tan extenso como otras ocasiones. La verdad que curioso ver que al final, va a resultar que no estamos solo por ahí. Vaya nombre de planeta, Raticulín, eso no le intimida ni le da respeto a nadie hombre! . Bueno, esperemos que esto comience de la mejor manera posible. Gran acierto coger a los Cottagers.

Un saludo amigo Andrés!.

Seguire tu historia porque futbolistas me gustó mucho.

Sigue así!

Bueno mucha suerte en tu historia, puedo comenzar a leer una desde el comienzo y sera interesante.

Tengo que confensar que mas alla de que me encanta leer en general se me hace muy dificil seguir un relato ficticion dentro de un marco futbolistico, pero estoy intrigado por ver si lograra atraparme como a tanta gente en el foro y si ademas puedes conjugar bien a este hombre de otro planeta con su nuevo trabajo.

Deberian venir las preguntas, ¿existe el futbo en Raticulín?.. etc, pero seguramente en desarrollo de tu relato esas dudas se iran disipando.

Muy cómico el arranque, no sé por qué pero me hace recordar la serie Mork y Mindy, veremos si tiene alguna línea intermedia, ambos fueron mandados por unas fuerzas militares, pero tienes personalidades muy diferentes.

Mucha suerte con la historia y a ver que es capaz de hacer Jack Dixon en Fulham, aunque si llega a decir eso de "Ya podrían haberme buscado un equipo mejor", no caería muy bien, jajaja

Suerte con tu nueva historia. Intentaré seguirte desde el principio. Saludos.

Vaya, tiene un tinte a "Sin noticias de Gurb" que me encanta . Suerte con la historia.

Rio: Mi primer seguidor no podía ser otro, amigo. He vuelto de nuevo, pero ahora me tomaré esto con mucha más calma, por ello los textos puede que no sean tan extensos. Raticulin es un planeta que, supuestamente, esta en una galaxia lejana http://www.youtube.com/watch?v=8gWmTCY-zAU. Los Cottagers me ayudarán en mi segunda incursión como entrenador en la Premier League, veremos como nos sale la jugada. Gracias por pasarte!

Setze16: Gracias por unirte a esta historia, espero que te guste de la misma forma que te gustó Futbolistas. Gracias por pasarte!

Loco Titan: Eres bienvenido a la historia. Espero que seas capaz de engancharte con el relato y el plano futbolistico. Jack Dixon debe intentar acostumbrarse cuanto antes a lo que supone ser humano. Esas preguntas que te haces serán respondidas más adelante, como bien dices. Gracias por pasarte!

Sanperyaq: No tengo ni la más remota idea de que serie es esa que me comentas, pero me gusta saber que el arranque de la historia te ha gustado. Estarás conmigo cuando digo que el Fulham no es un gran equipo, tiene historia pero no es la creme de la creme. Gracias por pasarte!

Joako94: Buenas, como ves está vez me he realizado yo mismo los gráficos (). Espero que disfrutes de la historia. Gracias por pasarte!

JorgeGarcia: No tengo ni la más remota idea de que serie es "Sin noticias de Gurb", así que todo el parecido es casualidad. Gracias por pasarte!

Jajajja, se ve que no tienes ni idea de que serie es, porque es un libro Va de un extraterrestre que pierde a su compañero en Barcelona Lo dicho, suerte por Fulham.

Capítulo II: El contrato con el Fulham

”Sin contrato no hay garantías”

El estadio del Fulham proyectaba su sombra sobre Jack Dixon. ”Este estadio es más pequeño que mi casa de Raticulín”, pensó Jack. Dixon entró dentro del estadio y preguntó en recepción dónde se encontraba el despacho del presidente de aquel club.

-Siga recto, gire a la derecha y suba las primeras escaleras. –dijo una chica joven, de no más de veinticinco años- Allí encontrará al presidente Stinson.

Jack no dio ni las gracias, pues se había quedado petrificado. Se metió la mano en el bolsillo mientras caminaba en la dirección que la joven le había señalado. ”¿Qué es este bulto que se ha formado en la unión de mis dos piernas?”, pensó Jack. Jack Dixon se bajo los pantalones y los calzoncillos en la mitad de las escaleras que conducían al despacho del presidente. ”Santo Orión”, susurró impactado Jack. Era desproporcionado, aquello debía ser su órgano masculino. Había reaccionado ante el atractivo de aquello mujer. Se agacho para subirse los pantalones, al ver que aquella inflamación remitía, pero dio un traspiés y cayó escaleras abajo.

-¿Qué ha pasado? –dijo el presidente del club abriendo la puerta de su despacho.

El hombre miró escaleras abajo y su cara se desencajó. ”¿Quién coño es ese tío que está en pelotas?”. El presidente del Fulham bajó las escaleras y intentó ayudar al hombre sin pantalones que estaba tumbado en el comienzo de las escaleras.

-¿Estas bien? –preguntó el presidente- ¿Qué haces desnudo?

Jack Dixon abrió los ojos. Se había quedado medio inconsciente. Delante suyo había un hombre de pelo rubio y ojos curos. No era mucho mayor que su cuerpo humano. Debía rondar los treinta y cinco años. Él esperaba un presidente mucho mayor, pues en Raticulín siempre pensaron que los jefes de la Tierra eran ancianos a punto de fallecer.

-Me he caído. –respondió Jack Dixon levantándose mientras se subía los pantalones hasta los sobacos.

-¿Y porqué estabas desnudo? –preguntó el presidente.

-Se habrán caído solos como también me he caído yo. –dijo Jack, intentando una risa que se quedo en una horrenda mueca (véase la mueca aquí)- Yo venía para firmar el contrato de entrenador.

-¿Así que tu eres nuestro futuro entrenador? –preguntó el presidente retóricamente- Creo que hablé con tu representante, no?

-Si, hablaste con… Jeremias, mi representante. –contestó Jack, poniéndole el nombre de Jeremias a Noghri.

- De acuerdo, subamos y sentémonos para firmar el contrato.

El presidente y Jack Dixon subieron las escaleras sin problemas y entraron en el desordenado despacho. El presidente le señalo a Dixon una silla y él se sento.

-¿Qué haces así? –preguntó el presidente al ver como Jack Dixon se había sentado.

Estaba con la cabeza apoyada en la silla y las rodillas en el suelo. Jack miró rápidamente como había tomado asiento el presidente y se sentó en la silla de la misma forma que había hecho él.

-Eh… estaba abrochándome los zapatos.

-Bueno, no pasa nada. –dijo el presidente intentando olvidar ese suceso- ¡Que modales los míos! Yo soy el presidente del Fulham, mi nombre es Barney Stinson.

El presidente Stinson le alargó una mano para estrechársela.

-Yo soy Jack Dixon, futuro entrenador del Fulham. –contestó Jack mirando la mano del presidente con interés. ”¿Qué hacía ese hombre con la mano extendida?”.

El presidente apartó la mano al ver que Jack no la estrechaba. ”Que tipo más raro, por lo menos espero que sepa entrenar”. Barney Stinson se levantó y rebuscó entre los cajones un contrato para que Jack lo firmará.

-Aquí está el contrato –dijo el presidente Stinson- y aquí el bolígrafo para firmar.

Jack Dixon cogió el bolígrafo con la boca e hizo un garabato en el lugar indicador por Barney Stinson. El presidente no salía de su asombro al ver esa escena. ”Este hombre está como una cabra… ¡escribe con la boca!”, pensó el presidente.

-Pues… bien –dijo el presidente mientras cogía el bolígrafo lleno de saliva que le daba Jack con una sonrisa en la cara- ya está todo. Le enseñaré el estadio.

Jack Dixon y Barney Stinson se levantaron y salieron al césped del estadio. Ahora no había nadie, pues ese día los jugadores aún estaban de vacaciones de verano, pero pronto el estadio se llenaría de diversos sentimientos: emoción, tristeza, alegría, angustia…. En definitiva, se llenaría de fútbol.