Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni (La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni) Kapitel 5 – Vorbereitung I (Capítulo 5 – Pretemporada I) Teil 33 – Der Transaktions-Blitz (Parte 33 – La Transacción Relámpago) En Tivoli Neu, Innsbruck, Austria El viernes 6 de julio la tensión se había disipado en la oficina auxiliar del "Tridente" en Pradl. Matthias Schall, Daniel Iril, Fernando Pino y Kevin Honmann revisaban los informes del reciente viaje a Lucerna. El sabor de la victoria (3-1) aún era dulce, pero el foco estaba en la siguiente fase de la pretemporada y, sobre todo, en el mercado de fichajes. En ese momento, la puerta se abrió y Martin Brusch, el gerente deportivo, entró con una carpeta, su rostro reflejando una mezcla de agotamiento y triunfo. —Permiso. Chicos, tengo excelentes noticias —anunció Brusch, dejando caer la carpeta sobre la mesa—. En un tiempo récord, hemos logrado cumplir los objetivos propuestos de remodelación de la plantilla. Brusch respiró hondo, disfrutando el momento. —En estos días hemos vendido a ocho jugadores más, sumando un total de dieciocho salidas. Hemos embolsado 61.000 euros más, redondeando nuestros ingresos por transferencias a 105.000 euros en esta ventana. Es cierto que por valor de mercado eran jugadores que, con más tiempo y estrategia, podríamos haber vendido en 300.000 o más... Pero creo que el resultado ha sido muy bueno, considerando la urgencia. Matthias interrumpió, su mirada fija en Brusch: —No era importante cuánto recaudáramos, Martin. La prioridad era desprenderse de los jugadores que no necesitábamos en el proyecto. Lo has hecho de maravilla, y rápido. Brusch asintió, agradecido por el reconocimiento, y detalló las ventas más significativas: —Las salidas clave fueron David Stoppacher al Austria Salzburg por 2.500 euros, Joseph Asante al FC Pinzgau por 3.500, Okan Yilmaz al Vorwärts Steyr por 18.000 y, la más importante, la de Romuald Lacazette al SC Schwaz por 30.000 euros. Hizo una pausa dramática. —Pero las buenas noticias continúan: hemos logrado incorporar a cuatro jugadores más que serán clave en la plantilla. En ataque tenemos a Kebir Ali Campolat, un extremo diestro polifuncional turco-alemán de 16 años, que llega libre desde el Eintracht Frankfurt. Para la mediapunta, sumamos a Denis Budinsky, un checo de 21 años que llega gratis del Stechovice. En el mediocentro, contratamos a Lukas Fahrnberger, de 22 años, libre también desde el Eintracht Frankfurt. Y cerramos la portería con Marcel Kostenbauer, de 21 años, libre ex Austria Klagenfurt. Kevin Honmann sonrió, anotando los nombres: —Fahrnberger y Kostenbauer tienen un nivel similar al de Yilmaz y Lacazette, pero son mucho más jóvenes. Es un gran acierto, Martin. Brusch agregó con una satisfacción que contagió la sala: —Y lo más importante, Kevin, con salarios significativamente más bajos. Matthias se puso de pie, cruzando los brazos sobre el pecho. La base de su ambicioso proyecto estaba, por fin, completa. —La base está lista, muchachos. Ahora sí podemos hablar en serio de fútbol. Plantel FC Wacker Innsbruck 23/24 La celebración contenida en la oficina por el éxito de las transacciones —el doble golpe de ventas y fichajes— se vio abruptamente interrumpida por la vibración insistente del teléfono móvil de Matthias. Miró la pantalla, y su gesto serio de mánager se transformó en una sonrisa de alivio y euforia. Al ver a quién correspondía la llamada, se disculpó y se alejó rápidamente hacia las afueras del Tivoli Neu para atender con privacidad. Era Ángeles, su compañera de vida. —¡Hola, mi amor! ¿Te pillé en medio de la revolución? —preguntó ella, con la voz cargada de la familiaridad y el cariño que Matthias tanto echaba de menos. —¡Ángeles! Siempre sabes cuándo llamar —respondió él, respirando profundamente el aire fresco de los Alpes—. Justo acabamos de cerrar el mercado. La base está lista. —Me alegro mucho, Matthias. Por eso llamaba. Quería avisarte... Acabo de cerrar la maleta. Mi vuelo a Frankfurt sale esta tarde, y mañana al mediodía estaré en Innsbruck contigo. Matthias se apoyó contra la pared de piedra del estadio, sintiendo que la noticia era el verdadero gran fichaje de la temporada. —¿Mañana? ¡Eso es maravilloso! —su voz vibró de emoción—. Te amo. Te necesito aquí. Un tono de preocupación se deslizó en la voz de Ángeles: —Yo también a ti, amor. Pero tengo que ser honesta. Me preocupa esta adrenalina constante. El duelo por tu padre Karl y todo lo que pasó... Esta nueva aventura te está absorbiendo, y me preocupa que no te estés permitiendo procesar el dolor adecuadamente. Matthias cerró los ojos un instante, asimilando la verdad de sus palabras. Luego, la tranquilidad volvió a su voz. —Te entiendo, mi vida, pero no te preocupes. Estoy bien, te lo prometo. Cumplir el legado de Karl, levantar este club, esta es la mejor terapia que puedo realizar. Es un dolor que transformo en fuerza para honrar su memoria. Y mañana me lo confirmas con un abrazo, ¿de acuerdo? —De acuerdo —respondió Ángeles, el alivio audible en su tono—. Entonces, hagamos planes: mañana, después de aterrizar, ¿podríamos tener una cena íntima y romántica? Solo tú y yo. —Es una cita. Mañana por la noche. Yo me encargo de todo, tú solo encárgate de llegar sana y salva. Te amo. —Yo también te amo. Nos vemos mañana, Matthias. Matthias finalizó la llamada, sintiendo una ligereza que no experimentaba desde hacía meses. El proyecto no solo estaba listo, sino que su corazón, finalmente, también lo estaría. El Ingolstadt podía esperar; la vida había tomado la delantera.