Carlo Landinotti parecía un niño con zapatos nuevos en su debut frente a Portugal en la 1º jornada del Grupo A de la Nations League, con un Juventus Stadium vestido de azul y abarrotada hasta los topes. Para fortuna para la Azzurra, la sonrisa del técnico no sólo sería en la previa del encuentro, sino también durante los 90 minutos del partido, en los que Italia fue claramente superior con Landinotti ganándole la partida táctica a Pedro Ribeiro. El primer susto del partido fue obra de un viejo conocido de Landinotti, pero en el bando contrario. Tras un balón de 20 metros lanzado por su central diestro, Magalhaes bajaba la pelota en la frontal ante la presión de Jorginho y, sin pensárselo dos veces, armaba el disparo que se iba unos cuantos metros por encima del travesaño defendido por Zaninetti. Poco sabría entonces Magalhaes que esa sería la tónica de su partido. La sólida defensa italiana no le daría espacio para más que girarse en la frontal y disparar probando fortuna. Apenas ganaría un duelo en todo el partido con el durísimo marcaje efectuado por un excelso Jorginho - siempre al choque- y Pezzotti - siempre al corte-. Por su parte, sería Lividini, en una llegada desde atrás, quién protagonizaría el primer disparo italiano. Era el minuto 10 de partido y el portero luso despejaba el disparo a córner. Era un aviso. Italia presionaba muy arriba y con los dos laterales en la medular, aglutinaba tantos hombres en media cancha que Portugal no conseguía dar dos pases sin sentir el aliento italiano en el cogote. El primero de Italia, no obstante, llegaría a balón parado. Falta lateral algo lejana servida por el habilidoso extremo diestro Nava, cagada descomunal de la defensa portuguesa y Pezzotti, totalmente solo, marcaba el primero a placer. Pero lejos de animarnos, el gol tuvo el efecto contrario. Portugal nos robó la pelota, adelantó líneas y sus dos laterales comenzaron a brillar: uno, defensivamente, pues secaron y ganaron todos los duelos a nuestros dos extremos; dos, atacando sin descanso la banda y generando continuamente dos contra uno en los costados. En el 35, no obstante, Italia tenía el 2-0, pero Zuccaro, libre de marca, se dormía en la medular y disparaba demasiado tarde. Acabaron los 45 primeros minutos con Portugal llevando la iniciativa pero sin generar demasiado peligro real, especialmente por un Mereu ubicuo y una defensa azzurra bien perpetrada. No le gustó nada a Landinotti la tónica del partido y cambió dibujo a un 4-2-3-1, sustituyendo a su experimento - fracasado- de Zuccaro y colocando a Ruscitti en banda izquierda. El jugador del West Ham no es un extremo puro, sino más bien un organizador en banda, más de la pausa y juego por dentro que de vértigo y centro al área. El cambio táctico funcionó a la hora de quitarle la posesión y la intención a Portugal. Y la ocasiones comenzaron a llegar: Lentini estrellaba el balón en el larguero en el 52. Lividini asustaría a los lusos en el 54 con otro disparo desde la frontal algo elevado. Por fin, en el 55, tras otra recuperación de pelota, Luca Savi iniciaba la pelota en profundidad, conectaba con Ruscitti que se libraba de su par y metía un gran centro al área. Oliveira, taponando a un Lettieri que estaba ya preparado para meterla, se metía el gol en propia puerta incapaz de controlar su despeje. El segundo dejó sin aire a Portugal e Italia se hinchó a meter centros en su área. Eso sí, con muy poca fortuna y precisión. Landinotti cambiaba a un cansado Lettieri por Vicenzo Filadelfia, para intentar agarrar uno de esos balones y poner la tranquilidad definitiva en el marcador. En el 82, de nuevo la mala suerte se cebaba con Portugal. Una nueva falta lateral y lo que se suponía era un despeje acaba siendo un remate en propia puerta que destrozaba la moral al portero de Portugal. LA CONCLUSIÓN 3-0, primera victoria de la Azzurra en esta Nations League y buen debut de los de Landinotti que mostraron, no obstante, muchas cosas que mejorar. 👁️🗨️Datos Claves - Estadísticas Italia - Estadísticas Portugal Hubo más intención que consecución. Sólo 7 disparos es un pobre bagaje para una Italia que acabó perdiendo la posesión global, transitó sin éxito pero sacó máximo rendimiento. Partido excelso de las dos defensas. Los extremos fueron un fracaso. Pobre % de éxito en centros y en unos contra uno. En descargo decir que la defensa lusa fue durísima de sobrepasar. Pier Giuseppe Mereu, justo MVP del partido: ganó el 100% de balones divididos. Inmenso. 15 saques de esquina a favor de los italianos por 3 de los lusos. Mucha carga en el área pero poca efectividad. El colegiado lo permitió todo. Ninguna amarilla ni roja en el partido, que sí tuvo un buen promedio de faltas ( 11 para Portugal y 14 para Italia) Analizamos aquí qué jugadores suben y bajan en su valoración por parte del seleccionador Carlo Landinotti. Decepcionó mucho Zuccaro. Sobrepasado totalmente por el escenario. La defensa estuvo brillante: desde la pareja de centrales ( Jorginho y Pezzotti) hasta la de los dos laterales. Simone Nava cuajó un partido ilusionante. Lo intentó siempre pese a que delante tuvo un gran defensor. El que más centros probó y dio un pase de gol. Lettieri-Filadelfia: todavía no se ha decidido Landinotti quién está por delante en la carrera del 9.