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Publicado

PERSEGUIDO POR EL PASADO

Capítulo 1

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Cuando paseamos por el centro de una ciudad, lo hacemos por un océano de personas, cada una con una vida totalmente diferente, cruzamos por medio de ellas sin ni siquiera pararnos a pensar que ocurre en el interior de cada una de esas personas, sin pensar en como es realmente su vida, nunca te paras a pensar, y a veces puedes cruzarte con vidas absolutamente destrozarte y bromear sobre esa persona sin saber lo que sufre. Nunca te paras a pensar. Todo pasa tan rápido que ni te das cuenta pero para mi hace tiempo que todo pasa lento cuando cruzo ese océano. Me resulta incómodo, y no sé por qué razón si nadie va a observar, si nadie cruzará la mirada conmigo, algo que me supera ahora mismo. El tiempo pasa lento...muy lento.

Mi vida es increíble, cualquiera que lea esto pensará que soy un afortunado, pero se dará cuenta de que este adjetivo también puede ser para mal. Cuando digo increíble, digo increíble de verdad. Algunas personas se reirían incluso si les contara como es mi vida, se reirían de incredulidad, de no saber que decir al respecto y es que no me acuerdo quien lo escribió, me parece recordar que Camilo José Cela en su gran obra "La Familia de Pascual Duarte", en el instituto leí una vez una página de tal libro con una reflexión sobre la suerte en la vida, nadie podría haberlo expresado mejor, cuando nacemos la moneda tiene la batuta y decide que será de ti en adelante, y a mi me salió cruz.

Tengo 21 años, y me han pasado más cosas que una persona de 80 pudiera contar, a pesar de que hubiera vivido Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, contarían batallitas sobre la miseria de vida que llevaron, la pobreza que tuvieron que sufrir, ¡y no les falta razón! Pero que me cuenten a mi lo que es sufrir. Tengo 21 años y mi vida está absolutamente muerta. Hace 2 años que empecé a morir, pero desgraciadamente me quedan muchos años más de muerte aún. Podría quitarme la vida, pero sin saber por qué, no le veo sentido ninguno, quizás porque pienso que hay personas como yo, rotas, quizás porque hay personas, niños que ni siquiera tienen la oportunidad de vivir, no lo sé.

Llevo tiempo conviviendo con la muerte, como si fueramos amigos íntimos, y es duro lo que digo, resulta tétrico y cualquier persona que lo lea echará para atrás este relato produciendo algún tipo de repugnancia, en parte lo comprendería, a nadie le gusta amargarse con las penas de los demás, pero la experiencia es un grado dicen y sé puede aprender mucho de lo que he vivido. Desde los 14 años tenía novia, María, una chica preciosa, amable, con una dulce voz y que daba gusto escucharla, una persona transmitía paz y que me hacía sentir en el paraíso, nunca conoceré a nadie como ella, echo mucho de menos perderme por sus morenos cabellos lisos. Nunca nos dejamos de querer, es más, estoy seguro de que me sigue queriendo como yo la quiero a ella. Llevábamos 5 años de relación, habíamos pasado casi toda la secundaria junto con el bachillerato juntos, e incluso empezamos la carrera universitaria a la misma vez, ella con derecho y yo con periodismo. Pero nuestra relación duró poco más, tuvo que someterse a una operación quirúrjica de gravedad, y una negligencia médica acabó con su vida. Sí, así como lo oyen, una transfusión de sangre errónea le produjo una especia de cortocircuito por dentro, empezaron a fallarles los órganos y lo más importante, el corazón. Con 19 años se iba el amor de mi vida. No sólo ya por ser el amor de mi vida, sino por el hecho de ser una persona de 19 años. Te levantas como un día cualquiera sin saber que son tus últimas horas de vida, sin percatarte lo más mínimo, sin tener oportunidad de aprovecharlas. La operación había sido un éxito, todo pintaba fenomenal, pero en lo más tonto, se acabó su historia. Hoy, el culpable de aquel mal intercambio sangüíneo sigue ejerciendo. Mi vida se derrumbó.

Tambaleaba por la vida, nunca he llegado a superar su pérdida, nunca he sido capaz de hacer frente el perder a una persona tan especial en mi vida, la echo de menos, con ella compartí tantas cosas, tantas cosas que hoy día se quedan en la memoria, una memoria ensuciada, entristecida por saber que nunca se repetirán. Pasé estos dos últimos años sin llegar a ser feliz del todo, conseguí sonreír alguna vez, gracias a mi familia y a mis amigos. Visito a menudo a su familia, pero cada vez que entro en la casa, mi corazón da un vuelco. Aún guardan su habitación tal como la dejó, mis lágrimas caen ahora mismo, pero no voy a dejar de darle movimiento a este bolígrafo.

Pero eso no es todo, mis lágrimas se aceleran cuando pienso en mis padres, mis queridos padres, esos que me lo dieron todo, que me han hecho ser la persona que soy hoy día, que me lo han enseñado todo y que dieron todo por mi. Mis queridos padres, esas personas que nadie puede sustituir, absolutamente nadie, porque madre y padre sólo hay uno. Ellos me vieron crecer, y yo lastimósamente presencié una terrible imagen. Soy sevillano, íbamos de vuelta a casa tras haber pasado la tarde en la Feria de Abril. Era tarde, alrededor de las 3 de la madrugada y cruzaron por un solitario paso de peatones señalizado por su respectivo semáforo que tenía la luz verde con el icono del peatón iluminado mientras yo compraba "churros" en un puesto a las afueras del recinto ferial. Un coche, a toda velocidad con un conductor manejado por el alcohol se los llevó por delante, así como de la nada, de una calle que se incorporaba a esa avenida principal, tomó la curva hacia la derecha con una velocidad impropia acabó con la vida de quienes me dieron todo y me apoyaron en todo momento. El coche dio varias vueltas de campana, pero el muy hijo de puta del conductor, y perdonan que lo diga, así como los demás que iban en el vehículo, todos borrachos, salieron con heridas leves. Hoy hace 2 meses de ello, y aún sufro las secuelas, y para variar, los culpables están a la espera del juicio...en libertad. Eso hirió aún más mi ya malherido corazón. Que hacer, como afrontar la vida ahora, aunque ni mucho menos del todo, parecía a empezar a intentar reconstruir mi vida después de lo de María, pero este mazazo volvió a derrumbar mis ilusiones. Hasta ahora, cualquiera que lea parecerá que exagero e incluso puede reírse de tan mala suerte.

Mi hermano mayor me ofreció ir con él a Galicia donde está destinado como militar. Decliné su ofrecimiento debido a que no podía separarme de mi querida ciudad, Sevilla. Habían pasado muchas cosas, sí, pero mi ciudad seguía siendo mi ciudad. Estuvo conmigo en el entierro y la semana siguiente que tuvo de permiso. A la siguiente semana estaba en Afganistán de misión. Hablábamos todos los días, nunca olvidaremos el viaje que hicimos juntos a Londres, cuando yo tenía 15 años. Hace 2 semanas recibí una tremenda noticia, un atentado en oriente próximo, mi hermano había sido víctima. Tétrico ¿Verdad?, hoy ya estoy solo. No quiero hablar sobre la muerte de mi hermano (los culpables ya se pueden imaginar donde están), lo único que me quedaba, no hay nada tampoco como un hermano, y hoy yace junto a mis padres.

Tengo 21 años y estoy muerto, aunque mi cuerpo aún siga pululando por este cruel mundo, este cruel destino me ha machacado, ahora vago por este océano de gente, no quiero cruzar la mirada con nadie porque me derrumbaría, y nadie se para a pensar, nadie. Pasas por al lado de una persona sin saber lo que esconde tras de sí, yo no pido compasión, de que me sirve si nadie puede devolverme lo que yo quiero.

Escribo esto en la libreta mientras espero coger un vuelo que me lleve a Londres. Voy hacia el barrio de Brentford, el mismo donde me alojé con mi hermano cuando fuimos de visita a la capital británica. Estaré en el hotel de la próxima vez. Ahogado de recuerdos y melancolía por todas esas personajes que me han dejado, que reposan en el cielo. Las echo mucho de menos, muchísimo de menos, y daría lo que fuera por brindarles algo. Quisiera que eso fuera una sonrisa, pero eso es algo que se antoja imposible, no tengo ganas de sonreir ni motivos para ello. Mi corazón está clavado de espinas, una vida dura ¿No creen? No se la desearía ni a mi peor enemigo.

Antes de ir al aeropuerto entré en casa de María, para ver su cuarto por última vez así como hice con mi casa, el cuarto de mis padres y el de mi hermano. Cuando me preguntaron sus padres que a donde iba, les dije que buscaba algo. Me cuestionaron si era la felicidad lo que buscaba, les respondí que no, la felicidad para mi era imposible ya, tampoco la quería pues no podía compartirla con quien más me hubiera gustado compartirla. Buscaba algo pero me iba sin saber el qué.

Off-Topic

Pido disculpas a quienes me siguieron en las tres historias anteriores. La primera fue una decepción y una impotencia no hacer funcionar al equipazo que tenía en mis manos. La segunda me dejó sin motivación al precipitarme con un reto del que no estaba seguro si me motivaría a largo plazo. Y la tercera por circunstancias personales ya no me engancha. Esta historia es mi primera como escritor, una faceta que hago mucho y de hecho actualmente escribo una novela. Es dura la trama, sí, pero me parece muy interesante ver la evolución de una persona rota como ésta. Creo que se puede aprender mucho y disfrutar mucho de una historia, que aunque no está basada en hechos reales, seguro que hay personas rotas por dentro por cosas parecidas. Los personajes son ficticios. Hay pocas coincidencias con mi vida real, las que hay las desvelaré al final de la historia.

Editado por Elessar

"Cuando paseamos por el centro de una ciudad, lo hacemos por un océano de personas, cada una con una vida totalmente diferente, cruzamos por medio de ellas sin ni siquiera pararnos a pensar que ocurre en el interior de cada una de esas personas, sin pensar en como es realmente su vida, nunca te paras a pensar, y a veces puedes cruzarte con vidas absolutamente destrozarte y bromear sobre esa persona sin saber lo que sufre. Nunca te paras a pensar. Todo pasa tan rápido que ni te das cuenta pero para mi hace tiempo que todo pasa lento cuando cruzo ese océano. Me resulta incómodo, y no sé por qué razón si nadie va a observar, si nadie cruzará la mirada conmigo, algo que me supera ahora mismo. El tiempo pasa lento...muy lento" Exelente todo esto que escribiste, me encanto. Vamos a ver de que va tu historia y espero que no pierda este trama a mediados de la historia. Suerte

  • Autor

Capítulo 2

Brentford_Aerial.jpg

Llegué a Londres, aterricé en el aeropuerto de Heathrow sobre las 18:00 de la tarde hora británica. Lo tenía todo en orden. Al igual que cuando vine hace 6 años el día estaba nublado y con la amenaza de lluvia constantemente. Aparecí por el hotel una hora más tarde recibiendo la primera puñalada económica y es que Londres es una ciudad bonita, pero una ciudad cara, muy cara.

Estábamos concretamente a 29 de Junio, era lunes. La carrera de periodismo la dejé en el momento en que María dejó el mundo. No me sentía con ganas de estudiar y de seguir adelante con lo que era un sueño para mi. Me adentré en el hotel y me dieron curiosamente la misma habitación que cuando vine con mi hermano.

El hotel estaba muy bien, alegraba la vista ya que no era muy lujoso pero a mi me parecía una maravilla, de hecho tenía cuatro estrellas y salía barato. Ahora mismo estaba en paro, no tenía ningún tipo de sueldo mensual con lo que me vine con mis ahorros. Por la mañana me pasaría a ver un poco el barrio y las oficinas del club del mismo, el Brentford FC. Me acuerdo que compré su camiseta cuando estuve por primera vez, siempre me gustó tener recuerdos de equipos modestos. Yo soy un fanático del fútbol, a decir verdad, mi hermano y mi padre eran fanáticos del fútbol también. Me acuerdo que María siempre me decía que el fútbol nos volvía locos y que nunca comprendería mi afán por él, pero a la vez disfrutaba viendome feliz cuando veía los partidos de mi equipo. Aquí salta la duda, Sevilla, una ciudad con dos clubes, una rivalidad intensa, como no podía ser menos, mi equipo no era otro que el Real Betis, al igual que mi padre y mi hermano. Después de lo de mis padres no seguía mucho el fútbol no tenía ganas ni para ello. Luego del descenso se sumaría la mala noticia de lo de mi hermano.

Me saqué la licencia de entrenador, era algo que siempre soñé y que terminé hace un año. Me costó mucho acabar por el tema de María, de hecho nunca estuve seguro de lo que estaba haciendo. Yo nunca fuí un buen jugador de fútbol, de hecho el deporte que prácticaba era el baloncesto, e incluso llegué a despuntar llegando a formar parte de la selección andaluza en un torneo nacional, pero el infortunio, en un pequeño aperitivo de lo que vendría después me cortó la carrera al romperme la rodilla y no poder volver a ser el mismo jugador de antes, de hecho, nunca formé parte de ningún equipo de nuevo.

Me puse a ver la televisión después de cenar, mi nivel de Inglés es básico y no entendía mucho ciertamente, pero quería ver que tipo de programas. No existe desorientación horaria pues sólo es una hora de diferencia, pero debido a las costumbres, a las diferentes costumbres entre Inglaterra y España se notaba dicha diferencia. A las 11 Londres era una ciudad dormida.

Yo llevaba prácticamente dos años sin dormir del tirón una noche entera. Poco antes de lo que pasara con mis padres parecía recobrar el sueño pero después de ese tropiezo pocas eran las noches que no me despertaba en ninguna ocasión.

Al día siguiente, y como era normal me había despertado durante la noche, me encaminé hacia las oficinas del Brentford FC. Seguía al equipo por internet por el cariño que le había cogido de la vez que estuve en el barrio aunque siendo sincero, nunca he presenciado un partido del equipo. Sabía que habían conseguido ascender a la Coca-cola league one. Toda una proeza para el equipo, entre otras cosas gracias al entrenador, quien, por cierto, abandonó la disciplina del equipo al recibir una buena oferta. Mi objetivo, por tanto, era ver si había un hueco para mi, era la única salida que le veía momentáneamente a mi vida, aunque realmente salidas poca tenía mi vida, yo prefería tenerlo como un entretenimiento mientras terminaba de morir.

A las 9 de la mañana aparecí por las oficinas. Eran modestas, con poco espacio y muchas cosas, y había un funcionamiento constante, se veía que estaban preparando a fondo una temporada que llevaban esperando mucho tiempo. Hablé con la recepcionista sobre donde estaba la sala de la junta directiva y me pidió que me identificase. Lo hice, pero no fue suficiente para que me lo dijera, me pasó el número de teléfono del secretario del club antes de dejarme pasar.

- ¿Sí? - Preguntó el secretario

- ¿Es usted el secretario del Brentford FC? - Le pregunté esforzándome al máximo en mi inglés

- Sí, soy yo, Eddie Rogers, secretario y vicepresidente

- Verás, estoy en la puerta de la oficina del club, me llamo Javier Sambruno, soy español y venía a informarme sobre la vacante del puesto de entrenador.

Me presentaba allí sin nada, nadie sabía además de mis seres allegados que tenía la licencia, y la mayoría de ellos ya no estaban. La verdad es que presentarme allí era un riesgo. Tan sólo tenía en el currículum que había quedado 5ª en el campeonato de España de Football Manager, un video juego para el entrenador que llevamos dentro.

- ¿Quién es usted? - Preguntó extrañado

- Tengo la licencia de entrenador, me gustaría poder reunirme con la junta directiva para hablar y presentarles mi propuesta como es debido.

- Pero ¿Has entrenado alguna vez?

- A decir verdad no, pero quedé quinto en el campeonato nacional de Football Manager en España, no sé si conoce el videojuego.

- Si, si que lo conozco, pero...¿Crees que puedes presentarte con esa mierda de currículum?

- No lo sé, pero déjenme hablar con vosotros

- Le llamaré dentro de 5 minutos, espere.

Esperé la llamada con paciencia, ya había conseguido más de lo que creía, quizás estaban preocupados porque aún no tenían nada planificado y la temporada comenzaba en poco más de un mes. Sonó mi móvil, era Eddie Rogers.

- A las 10:30 nos vamos a reunir, en la primera planta está la sala de reunión, preséntate en la puerta a esa hora, sé puntual - Me dijo

Colgó sin darme lugar a respuesta, no se lo tomaban a "cachondeo". Di una vuelta por el barrio para conocerlo un poco mejor. Al lado del hotel había una especie de canal y el respectivo muelle. Tenía que ser un sitio precioso para pensar. Soy una persona que piensa mucho, a la que le encanta reflexionar, que remedio, es mi calvario porque siempre acaban llegando a mi los malos recuerdos, pero prácticamente no me queda otra cosa que hacer, difícilmente me distraigo con algo más. Estuve paseando por los alrededores del canal observando como el sol se reflejaba en el agua. Londres era así, un día sol y otro lluvia, nunca sabes, aunque ciertamente es más propenso a lo segundo. Volví hacia la oficina con antelación, no quería fallar lo más mínimo. En la puerta de la sala de reunión llegó un hombre enchaquetado, elegante.

- ¿El Sr. Sambruno? - Me preguntó

- Sí, soy yo - Le respondí

- Pase, le estamos esperando

- Siento que estuviérais...

- ...¿has mirado que hora es? No hace falta que se excuse

Eran las 10:27, pero aún así me sentía culpable, era un hombre de hielo pero por momentos titubeó mi compostura. La sala era la típica de reuniones que todos tenemos en nuestra cabeza. Me senté enfrente del presidente.

- Bien ¿Alguna novedad sobre la contratación de entrenador? - Preguntó a su junta directiva, aproximadamente de 10 personas.

- Nada señor, hemos tanteado a los cuatro preferentes y no ha habido manera, el tiempo se nos echa encima - Respondió el que parecía ser el Director Deportivo

- Javier, cuéntanos con que pretendes entrenar a este equipo, como comprenderás no nos vamos a arriesgar, la afición nos cortaría la cabeza - Dijo el presidente.

- Bueno, sé que desconfían de mi, yo también lo haría - Dije con sinceridad - Pero para tener éxito hay que arriesgarse, opino. Mi currículum es inexistente prácticamente ya que quedar 5º en un videojuego no supone mucho, pero soy de otro país, un estilo de juego diferente, puedo aportar ideas y tengo algo de ilusión.

- ¿Qué te hace pensar que te vamos a dar el puesto? - Preguntó Rogers

- Si les soy sincero, creo que no me lo darán

- Javier, estamos a 30 de marzo, ¿Tienes alguna idea de cuando empieza la competición en Inglaterra? - Retomó la palabra el presidente

- A principios de Agosto

- Veo que estás informado - Dijo sorprendido el presidente - ¿Con qué pretensiones económicas vienes?

- Le sonará raro, pero yo no vengo por el dinero, a lo largo de mi vida - Dije mientras empezaban a temblarme las manos al tener que hablar de mi "pasado" - he aprendido muchas cosas, y no hago esto para ganarme un dinero fácil si no por otro tipo de motivos.

- ¿Dónde piensas alojarte?

- Estoy en el hotel Holiday Inn, al lado del canal

- Entiendo, ¿Tendrías suficiente con 1300 euros semanales?

- Más que suficiente señor

- Sabe, me gusta el fútbol ingles, pero admiro a los entrenadores españoles como Rafa Benítez, Roberto Martínez que han triunfado en Inglaterra. El puesto es tuyo, espero que sigas los pasos de estos entrenadores, ya nos encargaremos nosotros de hacerte quedar bien ante la prensa, procura no fallarnos. El contrato es de 2 años por 1300 euros semanales. Fírmelo en cuanto lo redacte el señor Rogers...¡Ah! Y me llamo Greg Dyke.

Todos se levantaron y nos quedamos solos Rogers, quien sacó un portátil, y yo. Redactó el contrato y las condiciones eran las expuestas por Greg.

- Tienes suerte, si yo fuera el presidente no te habría contratado, creo que eres un riesgo enorme - Me dijo seriamente

Me quedé un poco entrecortado mientras firmaba el contrato. Mi carrera como entrenador empezaba en un equipo modesto, al que tenía cariño, por supuesto no era feliz ni sonreía, nada podía aliviar mi mierda de vida, pero era algo bueno en mucho tiempo.

Editado por Elessar

Una gran historia, lo siento mucho por el chico de no tener familia pero seguro que dentro de poko el chico va a sonreir, espero con entusiasmo el proximo post suerte.

  • Autor

THE TIMES

En Brentford se vuelven locos

Sorpresa tremenda la que se produjo ayer en el barrio londinense de Brentford ya que el equipo que juega allí anunció mediante un comunicado en su página web la contratación de su nuevo entrenador, Javier Sambruno Molero. El Brentford FC, que ascendió la pasada temporada a la Coca-Cola League One y que se enfrenta a una temporada histórica, ha pillado por sorpresa a todos sus aficionados al nombrar a un novato de 21 años para el puesto, una persona que no es conocida ni mucho menos en el mundo del fútbol.

Greg Dyke declaraba que "es una sorpresa, pero tampoco nadie quería entrenar al equipo así que mejor una persona que parece tener ilusión". Sobre Javier dijo "sé lo mismo que ustedes sobre él, pueden pedir mi cabeza, pero sé que ese tío va a triunfar". El técnio español, nacido en Sevilla, será presentado a las 11 de la mañana hoy en la sala de prensa del club capitalino.

Los aficionados muy molestos

"Es una vergüenza, nos ha costado mucho llegar hasta aquí para tirarlo todo por la borda, el presidente se ha vuelto loco" expresó el portavoz de la afición, que resumía a la perfección el sentimiento de los seguidores del club. Algunos incluso se mostraban un poco violentos mientras declaraban que "somos una gran afición, no nos merecemos esta mierda, que Javier tenga cuidado con lo que hace".

Javier Sambruno, un auténtico desconocido

Que decir del nuevo técnico rojiblanco. No se sabe absolutamente nada acerca de su persona, únicamente que es nacido en Sevilla (España) que tiene 21 años y que su única experiencia en un "banquillo" es quedar 5º en un torneo de videojuegos. No sabemos con certeza que pretende el club londinense con esto, ¿Está buscando a caso un Pep Guardiola? ¿Un Roberto Martínez? Verdaderamente es un auténtico despropósito.

Editado por Elessar

  • Autor

Capítulo 3

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La mañana se presentaba ajetreada desde que me levanté, había algún periodista local en las puertas del hotel esperando a que yo soltara alguna palabra, algo que por supuesto no hice. En la puerta del estadio me esperaban algún que otro aficionado increpándome, que procurara hacerlo bien, en definitiva, mi fichaje no había sentado bien en los seguidores. Llegué a la sala de prensa, muchos flashes disparaban hacia a mi aunque yo siempre tenía la cabeza gacha evitando las miradas, miradas que seguramente serían desafiantes.

Me senté en el centro de la mesa, el presidente me dio un par de palmadas en las espalda deseándome suerte sin embargo notaba cierta preocupación por la reacción que se había producido. Rogers, a mi otro lado, suspiraba continuamente, desde el primer momento no confió en mi. Tomaba la palabra Greg:

- Éste es Javier Sambruno, el nuevo entrenador, pueden comenzar la rueda de prensa.

Me puse el único traje de chaqueta que tenía para parecer que tenía un cierto nivel social aunque ni de lejos lo tenía, sólo era un ruin vagabundo caminando por la vida esperando a que los acontecimientos, por lo general, malos, se sucedieran.

- Javier, del diario The League Paper, ¿Qué significa para usted entrenar a nivel profesional aunque sea en un equipo modesto como el Brentford? - Rompió el hielo el primer periodista.

- Para mi es algo importante, me tomarán por loco, pero le tengo cariño al Brentford - Dije con seguridad - Ya estuve en este barrio una semana y se me acogió muy bien, por ello he decidido volver.

- ¿Te parece esto un juego de niños? - Preguntó con fiereza el periodista del diario The Times

- No soy un niño, y el fútbol es un juego - Dije con firmeza - ¿Responde eso a tu pregunta?

Se escuchó un murmullo en la sala y el presidente carraspeó llamándome la atención. Yo no quería hacerlo mal, pero no me gustaba que fueran a apuñalarme antes de poder haber demostrado nada.

- ¿Qué podría decirnos Javier Sambruno de su pasado? - Preguntó de nuevo el diario The Times

- No me apetece hablar de mi pasado

Yo seguía manteniendo la compostura, la frialdad. Con todo lo que había pasado difícilmente se me encontraban las cosquillas pero el hecho de hablar de mi pasado hurgaba en la huella de mi corazón y me sentía muy molesto. Nombrar mi pasado es derrumbarme una vez más, no estaba hecho para esto, a la gente le gusta recordar buenos tiempos pero, ¿Qué buenos tiempos puedo recordar yo? Estaba abatido pero algo enfurecido a la vez.

- ¿No piensa contestar a la pregunta? - Insistió el periodista de antes

- La he contestado antes

El periodista levantó las cejas mostrando sorpresa mientras se disponía a escribir, no era la mejor forma de comenzar la mía, todo me estaba viniendo rápido, algo a lo que ya no estaba acostumbrado.

- ¿Ha venido tu familia contigo? - Preguntó el periodista del London's Evening Standard

Aquella pregunta fue la gota que colmó el vaso. Era imposible que se hubieran enterado de mi pasado pero por alguna extraña cirscunstancia estaban haciendo mella donde más me dolía. Me levanté y me fui de la sala. Todos empezaron a gritarme, el presidente pedía calma y a su vez oí a Rogers decirle:

- Sabía que fallaría, tendremos que buscar otro entrenador.

Andaba por el pasillo y escuché un grito que sobresalía de los demás. Era la voz de Greg Dyke.

- ¡Javier! - Gritó - ¡¿Te damos la mano y la tiras a la basura?! ¡¿Quén coño te crees que eres?! ¡Que sea la última capullo!

Llegué al hotel perseguido de gritos en mi cabeza. La había cagado...y bien. Entré en el hotel y me tumbé en la cama, afortunadamente nadie sabía donde estaba mi ventana. Sonó mi móvil, dudé en cogerlo, seguramente sería alguna radio u otro medio de comunicación, pero finalmente decidí hacerlo.

- ¿Sí?

- Soy Terry Bullivant, tu segundo entrenador, me acabo de enterar de la que has liado en rueda de prensa, acabas de cavar tu tumba.

Lo que me faltaba es que hurgaran más todavía, pero esa llamada era necesaria ya que por lo que le escuché a Greg no iban a despedirme, tenía que empezar a planificar la plantilla.

- Lo sé - Dije escuetamente

- Tenemos que hablar sobre la plantilla urgentemente, el nivel de la actual es para descender claramente así que habrá que ponerse las pilas. Te espero esta tarde en el restaurante italiano del barrio.

- Allí estaré

La plantilla era de descenso total. Miré a la ventana de mi habitación, había empezado a llover. Ahora recordaba mucho a mi hermano...yo, yo no sabía donde me había metido.

  • Autor

THE TIMES

El Brentford mueve ficha

En nuestro repaso por el mercado de fichajes de la Coca-Cola League One observamos como el Brentford ya ha movido ficha y se ha hecho con los servicios de dos jugadores. Los aficionados han aplaudido estas incorporaciones y la plantilla parece verlas como muy beneficiadoras para que el equipo mejore su nivel. Greg Dyke, el presidente del Brentford FC, ha pedido paciencia y que está encantado con que el cuerpo técnico esté avanzando en su intento de mantener al equipo en la categoría. A continuación exponemos los dos fichajes:

Ahmet Brkovic

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El croata de 34 años ha sido el primer fichaje de la era Sambruno y ha sido recibido con aplausos por la afición y compañeros de equipo. Brkovic conoce bien la Coca-Cola League One ya que ha jugado 6 temporadas (repartidas entre Luton y Millwall). El extremo derecha destaca por técnica y si bien ya no es tan veloz tiene mucho olfato goleador como demostró en la campaña 2004-05 con 15 goles. En los dos últimos años en el Millwall no jugó mucho, aún así anotó 3 goles en los 31 partidos entre ambas temporadas. Llegó libre al Dubrovnik pero el gusanillo del Brentford le ha picado. Viene a coste 0.

Eli Kroupi

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El marfileño es un delantero de 29 años que destaca por su potencia y su rapidez. Ha sido 3 veces internacional y viene libre tras la pasada campaña militar en el Nymes Olimpique realizando una mala temporada. Aún así, Kroupi ha sido un gran goleador en la Ligue 2 francesa así como ha marcado algún gol en la máxima división francesa. Tiene fama de polémico, primer hueso para el Sr. Sambruno.

La mala situación financiera del club dificulta nuevas incorporaciones, habrá que estar pendientes ya que jugadores prometedores no han podido llegar debido a la falta de dinero.

  • Autor

THE TIMES

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Brentford - West Bromwich Albion

La primera ronda de la Carling Cup enfrentará al Brentford FC y al West Bromwich Albion en el Griffin Park el 11 de Agosto. Un duelo entre equipos de diferentes divisiones, ya que mientras los locales acaban de ascender a la League One, los visitantes son un clásico en la Coca-Cola Championship e incluso han ganado la premier en una ocasión.

El West Brom parte en principio como principal favorito pero el Brentford cuenta con una afición muy fiel y darán guerra. El partido además contará con el morbo de ver como plantea una eliminatoria el novato entrenador español, Javier Sambruno. Emoción asegurada en un duelo a vida o muerte entre dos equipos que difícilmente llegarán lejos en la competición.

  • Autor

THE TIMES</div>

El Brentford sigue fichando

Los de las afueras de Londres siguen uniendo más salarios a los ya presentes al incorporar nuevos jugadores en el afán de Javier Sambruno de mejorar al equipo. Todos parecen ser válidos para esta nueva andadura. Han reforzado todo y no se espera ninguna incorporación más aunque no es descartable del todo la llegada de un mediapunta.

Marilia

El central brasileño llega para reforzar la zaga inglesa, la línea más mermada quizás de los rojiblancos. Marilia, de 33 años, ha sido un trotamundo en los últimos años si bien ha disputado muchos partidos en la Eredivisie con la camiseta del Sparta de Rotterdam siendo todo un fijo en la defensa holandesa.

Josep Manuel Ayala

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El de andorra tiene 29 años y es lateral derecho con posibilidad de jugar de interior. Será el titular en banda derecha debido a la escasez de recurso en esa parte del campo. Ayala tiene mucho recorrido y no es malo tocando la pelota por lo que aportará cosas interesantes esta temporada. Además habla el mismo idioma que el entrenador. 42 veces internacional.

Iñigo Idiakez

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Iñigo Idiákez es todo un clásico en la liga española, jugador de la Real Sociedad durante años, es capaz de dominar el centro del campo solo y posee un expléndido toque de balón. Un cerebro para hacer jugar al equipo tal como Javier quiere. El problema es que con 35 años no parece que vaya a aportar mucho más allá de este año.

Gary Wales

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Oportuno como pocos, Gary Wales sabe muy bien lo que es el fútbol británico al haber permanecido en su país natal, Escocia, durante casi toda su carrera deportiva. Wales no falla nunca en cuanto tiene una opción clara de gol, clava la puntilla como nadie y es listo como pocos. Un jugador que puede marcar diferencias.

Editado por Elessar

  • Autor

PRETEMPORADA 09/10

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Newtown 1 Brentford 3

Staines 0 Brentford 2

Forfar 2 Brentford 2

Brentford 2 Academia GH 0

Brentford 1 Burnley 4

Hayes & Yeading 1 Brentford 3

Brentford 0 Liverpool 2

Máximo goleador pretemporada: Eli Kroupi (5 goles)

Máximo asistente pretemporada: Idiákez (3 asistencias)

Mejor calificación media pretemporada: Eli Kroupi (7.01)

Off-topic:

Los partidos de liga serán puestos de 1 en 1

  • Autor

Capítulo 4

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1 de Agosto, llevaba un mes viviendo en Londres y a pesar de estar cobrando un dinero más que suficiente para pagarme un buen piso seguía habitando en el hotel. A mi no me iban los lujos, en mi vida había poca vida valga la redundancia, así que en el hotel al menos había algo de movimiento. Había sido un mes bastante duro, mucho trabajo, muchos fichajes para hacer un equipo equilibrado. Mis sensaciones eran inciertas, a veces habíamos jugado muy bien y otras...no tanto.

Después de todo lo que se formó con mi presentación y mi huida en plena rueda de prensa, el mes había sido más tranquilo de lo que yo esperaba. Los fichajes que acordamos el Director Deportivo, el 2º entrenador y yo fueron bien recibidos y algunos de ellos dieron un buen rendimiento durante toda la pretemporada. Ya no tenía a tantos periodistas a mi alrededor si bien el diario The Times me dedicó una página de opinión sobre mi fichaje ¿Debería sentirme halagado? Es obvio que no fueron buenas las opiniones sobre mi. Algunas personas decían que si no hablaba de mi pasado es porque tenía trapos sucios. ¡Y tanto que los tengo oiga! Lo que hay que oir.

El Griffin Park (campo del equipo) era el típico vetusto campo inglés, de esos que a mi siempre me han gustado, un lugar recogidito, con cierto tono sombrío que a mi, particularmente, me hace estar como en casa. La afición, como me habían dicho, espectacular absolutamente. Viví un gran momento cuando recibimos al Liverpool, uno de los grandes equipos de Inglaterra por excelencia, era increíble que yo saludara a Rafa Benítez como entrenador, y más increíble era que durante 40 minutos estuvieramos dominando el partido. No sé lo que sentiré si algún día llego a Anfield.

El Sr. Rogers seguía sin confiar en mi para nada, siempre buscaba el lado negativo de las cosas, algo que yo hacía, pero que no te gusta que te hagan. Había mucha diferencia entre Greg y Eddie. La afición parecía irse acoplando a mi idea de juego, quizás un poco revolucionaria en Inglaterra, donde se practica un fútbol más directo, pero yo quería implantar un sello desde el primer momento.

En cuanto a mi vida personal, que decir que no sea costumbre ya, quizás, que todas las noches me sentaba en el muelle del canal que estaba en la zona trasera al hotel, mis pies rozaban el agua, allí me quedaba a veces incluso hora y media con la mirada perdida y la cabeza pensando y recuperando malos momentos. Me gustó mucho cuando la luna daba de cara al río y lo iluminaba, me recordaba a mi casa en Sevilla, cuando la luna se colaba entre las rejas de mi ventana e iluminaba mi solitario cuarto toda la noche.

Mi inglés iba mejorando, ya incluso oía lo que querían decirme los empleados del hotel y también lo que decían a mis espaldas. No era más que lo típico, una persona que no hablaba, que iba continuamente solitaria por la vida y que no se paraba en nada, en definitiva, yo. Sigo sin dormir por las noches, eso es algo que nunca va a cambiar, y todas las tardes me asomo por esa ventana y recuerdo a todas esas personas queridas que se quedaron por el camino. Pienso mucho en María, en mis padres, en mi hermano, ojalá estuvieran conmigo aquí, ojalá pudiera compartir esto con ellos. La ventana me odia, porque siempre lo hago cuando estoy frente a ella y acabo pegando un mamporrazo en el cristal.

Sobre mis amigos, los pocos amigos que tenía ya que cuando ocurrió lo de mis padres muchos se alejaron de mi, no sé si porque no les convenía estar con una persona que no tenía nada o porque les daba "yuyu" estar con una persona con tan desgraciada vida. Como decía, tengo pocos amigos, pero sólo había hablado con el mejor de todos, el único que realmente ha estado siempre ahí, mi amigo Juan. Habíamos hablado tan sólo una vez para preguntarme que tal estaba y que hacía por allí. A esta última pregunta no supe responderle bien del todo. Hay una cosa de este barrio que me recuerda mucho a Sevilla, mi ciudad, y es un puente, un pequeñito puente que cruza el canal. Es imposible compararlo por supuesto con un puente grande como el que hay en Sevilla, si bien es cierto que en Sevilla hay muchos puentes, pero del que yo hablo no tenía agua debajo, si no un retén de bomberos. Hablo del puente de San Bernardo, y es que no sé por qué razón le veía cierta similitud, cruzaba el puente, lo veía a lo lejos y en mi mente se dibujaba la silueta del cristo de la salud de la hermandad de San Bernardo. Sí, yo era cofrade.

El clima de Londres parecía acoplarse más a mi estado habitual, la soledad y la tristeza, llovía con frecuencia a pesar de ser verano, no quería ni pensar que sería en invierno. Lo cierto es que me gustaba la lluvia, no lo voy a negar, pero como en todo, siempre tiene que haber un rayo de sol que cruce e ilumine algo una senda oscura, una senda oscura como la mía, quizás yo también necesitara mi rayo de sol, pero mi vida era un cielo encapotado y negro al más no poder.

Editado por Elessar

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