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Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni

FC Wacker Innsbruck

FM24
Hypo Tirol Liga ver carrera
Clubes 1
Temporadas 0
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Respuestas destacadas

  • Autor

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Así es compañero Lineker.Ha sido duro para Matthias rechazar al Admira Wacker con toda la carga sentimental que traía el tema. Sin duda nuestro personaje tiene una fuerte personalidad e ideas muy claras. Esta decidido que el Wacker Innsbruck sera su destino, pienso que la directiva no podrá rechazarlo, veremos en la próxima parte. Clara parece haber sido parte importante en generar esta reunión.

Con respecto al FM26 mi opinión es bastante subjetiva, pero para un jugador de mas de 25 años siento que me ha defraudado y aun siendo un buen juego le ha quitado muchas de las cosas que mas he valorado en todos este tiempo. Prueba la demo y saca tus propias conclusiones. Saludos.

Editado por John Smith

  • Autor

Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 3 – Der Endgültige Kurs
(Capítulo 3 – El Rumbo Definitivo)

Teil 18 – Der Vertrag des Patriarchen
(Parte 18 – El Contrato del Patriarca)

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En el Tivoli Neu, Innsbruck, Austria.

La puerta de madera maciza se cerró tras ellos, aislando el bullicio silencioso de la recepción. El despacho del presidente del FC Wacker Innsbruck era un espacio de contrastes, con grandes ventanales que enmarcaban las cumbres del Nordkette. Clara los hizo pasar con una sonrisa, y detrás del escritorio se levantó Gerarld Stocker, un hombre de 71 años que destilaba una autoridad tranquila.

—Bienvenidos a Innsbruck —dijo Stocker, saludando al grupo de entrenadores argentinos con cordialidad.

Tras invitarlos a sentarse, pidió a Clara que trajera café para todos. El presidente rompió el hielo, mirando directamente a Matthias. —Así que tú eres el famoso Matthias Schall. Tu abuelo fue una leyenda en tierras austríacas. Ahora tú tienes toda la atención de la prensa europea, que está pendiente de qué club entrenarás. Es un honor, y una sorpresa, que hayas elegido visitarnos.

Matthias, con calma, agradeció las palabras, aunque la mención de la prensa le recordó el circo que había dejado atrás. —Gracias, Herr Stocker. Es un honor para nosotros estar aquí. Permítame presentarle a mi equipo. Él es Daniel Iril, y él es Fernando Pino. Son dos entrenadores de gran talento que me acompañan en este proyecto.

Stocker asintió con una leve sonrisa, interrumpiendo. —Lo sé. Conozco a ambos de su trabajo con Markus Schopp en el cuerpo técnico del LASK Linz. —Fue directo al grano—. Imagino que están aquí para pedir que alguno de ellos sea el manager de nuestro club, después de enterarse de que Sebastian Siller se ha marchado del puesto solo dos meses después de asumir.

Matthias dejó que la sugerencia del presidente se disipara en el aire, saboreando el momento.

Me temo que no es así, Herr Stocker. En realidad, venimos a ofrecer nuestros servicios para hacernos cargo de manera integral del fútbol del FC Wacker Innsbruck. Si bien pensamos en roles definidos, en mi caso como manager del primer equipo y director del proyecto, Daniel se encargaría del Equipo B y Fernando del Equipo C, pero todos funcionaríamos como un trío integral.

El silencio se instaló, solo roto por el suave tintineo de las tazas de café. Stocker tomó un sorbo y su tono se hizo más incisivo, con escepticismo. —Una propuesta audaz, Herr Schall. Pero dígame, ¿por qué nosotros? Sé de su negativa a reunirse con el Austria Viena, de la presión sentimental del Admira Wacker. He leído las especulaciones sobre equipos alemanes y suizos.

El presidente se inclinó hacia adelante, la preocupación teñía su voz. —Matthias, tengo que ser honesto contigo. El Wacker Innsbruck es un club de ligas inferiores. Tal vez un club con un rico pasado histórico sea poco para un Wunderkind que tiene ofertas de Primera División. ¿No cree que esto es un paso hacia atrás?

Matthias no se apresuró. Tomó su café, mientras formulaba la respuesta estratégicamente irrebatible.

Herr Stocker, su pregunta es justa. Los grandes clubes que usted nombra buscan el resultado instantáneo. El Wacker Innsbruck es el último gran lienzo en blanco de Austria. He analizado cada pormenor, y sé que estamos en el lugar correcto.

Su mirada se llenó de convicción. —Mi proyecto se basa en una sola idea: devolver al club a la élite de Austria y de Europa, y hacerlo de la única manera sostenible: apoyado en su cantera y en su rica historia. Daniel, Fernando y yo venimos a construir una catedral desde sus cimientos.

Matthias enumeró sus condiciones con la frialdad de un manifiesto. —A cambio, solo pido tres cosas innegociables: Paciencia (un plazo de tres años garantizado); Libertad para trabajar (control total técnico); y Apoyo total al proyecto a nivel directivo. Usted dice que un club de ligas inferiores es poco para mí. Yo le digo: tengo en mente una revolución de Innsbruck para Europa.

Stocker regresó a la realidad financiera. —Su visión es clara, pero las limitaciones económicas son severas. El club solo puede destinar 2.800 euros al pago de su salario y el de sus dos ayudantes. ¿Están dispuestos a comenzar una revolución con ese presupuesto?

Matthias se limitó a sonreír, con satisfacción. —Herr Stocker, eso no es un problema. Si usted está de acuerdo con las condiciones que he expuesto, ya mismo firmamos el contrato.

El presidente Gerarld Stocker soltó una carcajada profunda. Tomó el teléfono de su escritorio. —Peter, soy Gerarld. Por favor, necesito que vengas a mi oficina. Trae el contrato de manager estándar que usamos para Siller. Tenemos un nuevo director de proyecto. Matthias Schall firma hoy mismo.

El destino del trío argentino y del "gigante dormido" quedaba sellado en ese instante.

Editado por John Smith

  • Autor

Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 3 – Der Endgültige Kurs
(Capítulo 3 – El Rumbo Definitivo)

Teil 19 – Der Schlüssel zum Tirol
(Parte 19 – La Llave del Tirol)

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En el Tivoli Neu, Innsbruck, Austria.

La reunión había sido intensa. Tras la bomba de la "Revolución Tirolesa" y la aceptación del irrisorio presupuesto, el directivo Peter Magreiter había llegado con el contrato estándar, redactado en apresurada legalidad dominical. La letra pequeña no era relevante: las cláusulas clave eran las condiciones innegociables que Matthias había dictado a Gerarld Stocker —paciencia, libertad, apoyo total—, las cuales habían quedado registradas en un apéndice verbal y un apretón de manos de hierro.

La firma se ejecutó sin dilación. El trío argentino se había convertido, oficialmente, en la nueva dirección técnica del FC Wacker Innsbruck.

Matthias salió de la oficina junto a Daniel Iril y Fernando Pino, la adrenalina reemplazada por una euforia silenciosa y profunda. La sonrisa en su rostro era la de un hombre que había completado una misión y había impuesto su voluntad. Daniel y Fernando lo seguían, aliviados y exultantes; el trabajo que creían perdido en Viena estaba ahora en sus manos, bajo sus propias reglas, aunque con un salario precario.

El grupo cruzó la recepción. Matthias se desvió de la salida y se acercó a saludar afectuosamente a Clara, la secretaria cubana que había sido la llave maestra de todo el proceso.

—¡Mi niña! El trato está hecho. Gracias por el timing perfecto —dijo Matthias, con una familiaridad que seguía sorprendiendo a sus amigos.

Clara, su rostro moreno radiante de alegría, le devolvió el afecto. Le tendió la mano, y en la palma de Matthias, dejó caer un pequeño manojo de llaves. Eran unas llaves de aspecto antiguo, metálicas y sólidas.

El Tivoli Neu es el corazón del club, Matthias, y a veces hay que empezar por el corazón —dijo Clara, con un tono enigmático. Luego, inclinando la cabeza con esa dulzura caribeña que contrastaba con la frialdad alpina, añadió—: Nos vemos en la noche.

El enigma de la reunión nocturna, sumado a las extrañas llaves, quedó suspendido en el aire mientras Matthias guardaba el manojo en su bolsillo. Daniel y Fernando observaron el intercambio con una mezcla de curiosidad y la certeza de que el pasado de Matthias con la misteriosa secretaria era mucho más profundo de lo que habían imaginado.

Mientras salían de las oficinas del club, Daniel Iril no pudo contenerse. La intriga pudo más que el decoro.

—Matthias, ¿qué pasa con Clara? No es normal ese nivel de confianza con la secretaria de un presidente. Te trata como si fueran novios de toda la vida. ¿Te ha dado las llaves de su casa? —preguntó Daniel, con la ceja levantada y una sonrisa pícara.

Matthias detuvo su marcha justo en la salida, sintiendo la fresca brisa de la tarde tirolesa. Miró a Daniel, su sonrisa se amplió, pero la respuesta fue extrañamente seria.

—No, Daniel. Nos ha dado la llave de nuestra casa.

Daniel se quedó inmóvil, sin entender en absoluto. —¿Qué? —preguntó, la simple interrogación reflejando su confusión total.

Matthias miró las cimas de las montañas, el lugar donde su familia y su proyecto convergerían.

—Esta mañana, cuando llamé a Clara para agendar la reunión con el presidente, también le hice un pedido adicional. Le dije que alquilara una casa, en realidad, es un complejo habitacional. Una casa principal para mí y Angeles; un departamento cómodo para mi madre y mi hermana, que llegarán en las próximas semanas; otro departamento completo para ustedes dos; y un último departamento que será nuestra oficina de trabajo y centro de operaciones. Todo está a pocas cuadras de aquí. —Matthias levantó el manojo de llaves—. Clara me dio las llaves del complejo.

Daniel parpadeó, absorbiendo la increíble previsión de Matthias. Pero el enigma personal seguía picándole.

—Entiendo el complejo. Pero, ¿quién y qué es ella, Matthias? ¿Por qué una secretaria tiene ese poder y esa familiaridad contigo?

Matthias se puso en marcha hacia la camioneta, el sol alpino brillando en sus ojos. Dejó caer el misterio como un susurro al aire.

—Ella es Clara. Un ángel en mi pasado, nada más que eso.

Editado por John Smith

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Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 3 – Der Endgültige Kurs
(Capítulo 3 – El Rumbo Definitivo)

Teil 20 – Das Bunker im Tirol
(Parte 20 – El Búnker en el Tirol)

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En Pradl, Innsbruck, Austria.

El sol alpino brillaba sobre la fachada del Tivoli Neu mientras el trío se dirigía a la camioneta. La euforia de la firma se mezclaba con la realidad económica. Daniel Iril, que había mantenido la compostura ante el presidente Stocker, no pudo contenerse. Frenó en seco a Matthias, justo en el estacionamiento.

—Matthias, antes de que te escapes con esas llaves y esa cubana —dijo Daniel, su voz apenas un susurro tenso—. Tenemos que hablar de los 2.800 euros. ¿Estás demente? Eso no cubre un buen alquiler en una ciudad como esta, y somos tres.

Fernando Pino asintió, visiblemente preocupado. —No quiero que el dinero sea un problema, pero honestamente, ¿cómo subsistiremos mientras construimos una "catedral"? Necesitamos subsistir para trabajar.

Matthias detuvo su marcha, se volteó y colocó sus manos sobre los hombros de Daniel con firmeza, su mirada intensa. —Daniel, ¿recuerdas lo que dije en la reunión? El dinero no puede ser nuestra motivación. Lo que acabamos de conseguir es libertad absoluta para trabajar en la élite.

Matthias bajó la voz, su tono ahora paternal y lleno de una certeza absoluta. —Te prometo que el dinero no será una preocupación ni para ti, ni para Fernando, ni para mi familia. Ten paciencia. Ya movimos la pieza más grande, ahora toca la logística.

Con esa promesa, Matthias se puso en marcha hacia la camioneta. Siguiendo sus precisas instrucciones, Daniel condujo hasta un callejón lateral. El complejo habitacional estaba a pocas cuadras del estadio, un lugar exclusivo y privado.

—Bienvenidos a nuestra nueva base de operaciones —dijo Matthias, señalando el edificio.

El trío se bajó del coche, y la euforia por la firma había dado paso a la concentración absoluta. Matthias, con el manojo de llaves, dio las primeras órdenes formales en su nuevo rol.

—Bien, muchachos. La urgencia es máxima. Acomodamos las mochilas y las pertenencias básicas. Ustedes dos comparten el departamento número 2. Tómense quince minutos. Nos juntamos enseguida en el departamento número 3. Ese será nuestro búnker. Necesito que conecten los portátiles y preparen el análisis de la plantilla.

Fernando y Daniel, calmados por la promesa de Matthias, asintieron.

—¿Y por qué tanta prisa? —preguntó Daniel.

Matthias sonrió. —No. Pero ya confirmé la visita de un par de personas. Pronto recibiremos algunas visitas importantes aquí, en el búnker. Es hora de activar la "Revolución Tirolesa".

Una vez instalados, el tridente se puso manos a la obra en el departamento 3. No habían pasado ni diez minutos cuando el móvil de Matthias vibró.

Ahí te abro —respondió brevemente.

Se levantó y recibió a un hombre alto y metódico. —Muchachos, él es Kevin Honmann. Kevin será mi segundo entrenador aquí. La buena noticia es que él no ha perdido el tiempo. Ya está en funciones desde esta mañana revisando la logística del club.

Kevin saludó a los argentinos. Matthias retomó la palabra. —Kevin, gracias por venir. Mañana será la presentación oficial del resto de los empleados importantes del FC Wacker Innsbruck. Pero hoy, decidiremos cosas cruciales. Tendremos un par de horas intensas de trabajo aquí en el búnker. Y después de eso, todos descansaremos un rato. A la noche, tal como prometí, con Clara iremos todos a festejar al centro. A un bistró que ella me recomendó.

Editado por John Smith

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Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 3 – Der Endgültige Kurs
(Capítulo 3 – El Rumbo Definitivo)

Teil 21 – Das Erbe und die Misión
(Parte 21 – El Legado y la Misión)

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En Tacheles Bar & Bistro, Innsbruck, Austria.

El Tacheles Bar & Bistro era un refugio de madera oscura y luz dorada, el lugar perfecto para deshacerse de la formalidad del día. Daniel, Fernando y Kevin Honmann llegaron juntos, sintiendo el alivio de la jornada laboral terminada. Kevin, el metódico, se adaptó al instante a la atmósfera relajada, mientras Daniel y Fernando, el tridente argentino, se dedicaban a estudiar el menú austríaco con la seriedad de un informe táctico. Encontraron a Clara y Matthias en un rincón acogedor, ya inmersos en una conversación distendida y con sendas cervezas espumosas sobre la mesa.

—¡Bienvenidos al cuartel general alternativo! —exclamó Matthias, levantando su jarra en saludo—. Tomen asiento, la primera ronda va por cuenta del nuevo Manager General.

El grupo se instaló. Entre risas, buena comida y jarras de cerveza local, la tensión de la tarde se disipó. Clara, con su vestido de cuero negro, era la perfecta anfitriona, inyectando ligereza y humor a la mesa. Ella y Matthias compartían una química evidente, basada en la confianza y el respeto mutuo, lo que sirvió para despejar cualquier duda en las mentes del trío sobre un posible romance; la suya era una alianza de propósitos, no de pasiones, aunque el coqueteo inocente formara parte de su dinámica. El equipo se dedicó a conocer mejor a Kevin, cuya personalidad metódica era el contrapeso ideal para la explosividad argentina.

Cuando las campanas de una iglesia cercana marcaron la medianoche, el timbre familiar de una llamada interrumpió la velada. Matthias vio el nombre de Ángeles en la pantalla y se disculpó, apartándose unos pasos de la mesa hacia la tranquilidad de un arco. Su voz, que había sido firme y autoritaria con su cuerpo técnico, se endulzó al hablar con su novia.

—Ángeles, mi vida... ¿Cómo estás? —susurró.

Ángeles le explicó que el laboratorio había complicado su salida: tardaría dos semanas más en dejar sus responsabilidades y rearmar su vida laboral en Austria. La noticia era agridulce. Al menos, le informó con un tono de emoción, su madre y su hermana ya habían confirmado que llegarían a tierras austríacas el próximo domingo, antes de lo esperado, para ayudarle con la logística. Se despidieron con promesas de reencuentro y amor, reafirmando que este desafío tirolés era un proyecto de vida compartido.

Matthias colgó, respiró hondo y regresó a la mesa, donde los cuatro lo observaban expectantes.

—Bueno, muchachos, ya han tenido el deleite de compartir con la maravillosa chica cubana. Mañana comenzaremos de verdad con la construcción de mi sueño —declaró, su mirada encendida con una determinación renovada—. Mañana, comenzamos a cumplir el legado de mi padre y a honrar la memoria de mi abuelo.

Levantó su jarra de cerveza, esperando que los demás lo siguieran. El tintineo de los vasos resonó en el bistró.

—¡Por el FC Wacker Innsbruck! ¡Y por el ascenso! —propuso, sellando no solo el final de la noche, sino el inicio formal de su misión.

Editado por John Smith

Ya hemos firmado y todo se pone en marcha. Estamos en un club humilde y las dudas sobre cómo subsistir son más que legítimas... pero todo sea por la Revolución Tirolesa. Nos han dado lo que pedíamos, pero ahora toca poner en marcha la maquinaria sobre los pilares de los tres principios fundamentales e innegociables.

Muchas ganas de conocer a Clara algo más... me intriga mucho esa relación "familiar".

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Por suerte compañero Lineker Matthias encontró su club, firmo su contrato y ya estamos listos para que comience su aventura en los campos de juego. Con respecto al dinero de algún lado saldrá, imagino, a Matthias no parece preocuparle pero si al resto del equipo. Veremos como puede nuestro protagonista realizar su sueño en un club como el Wacker Innsbruck que sin dudas es un gigante dormido. Clara, bueno ya llegara el momento de conocer su conexión, al menos sabemos que no es ni ha sido romántica, o eso creemos. Saludos.

Editado por John Smith

  • Autor

Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Zwischenspiel 2 – Das Gewicht der Einleitung und das Gebrochene Versprechen
(Interludio 2. "El Peso de la Introducción y la Promesa Rota”)

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En algún lugar de Argentina.

Llegamos a este punto, con los tres primeros capítulos de la historia de Matthias Schall cerrados, y la primera autoevaluación como cronista es inevitable: la balanza se inclina hacia la necesidad. Estos capítulos, reconozco, han sido densos, quizás inusualmente largos para una introducción. Tres actos narrativos completos dedicados exclusivamente a sentar las bases de quién es nuestro estratega, qué lo impulsa y, sobre todo, por qué está a punto de emprender una travesía que lo llevará de Viena a Innsbruck. Si la crónica se percibió como un preámbulo extendido, fue una decisión consciente, aunque arriesgada, de priorizar el cimiento narrativo sobre la acción inmediata.

En la arquitectura de cualquier relato, y especialmente en uno que es importante para mí, el protagonista no puede ser un simple avatar táctico del Football Manager. Necesita alma, dilemas, un peso generacional que arrastrar y una filosofía que lo defina. Matthias es la culminación de un legado; es la mezcla de la precisión austríaca de su padre y el fuego indomable de su abuelo, el “Pequeño Toni”. Era crucial dedicar todo este espacio para que su rechazo a lo superficial y su obsesión por la excelencia se grabaran en la conciencia del lector. Sin esta inmersión profunda, sus futuras decisiones en el banquillo, sus desplantes a la emoción o sus apuestas arriesgadas en el mercado de fichajes carecerían de la fuerza dramática que busco construir. La complejidad de la trama exigía una introducción que no dejara cabos sueltos en el linaje Schall.

Pero, a decir verdad, esta extensión también estuvo influenciada por una variable externa a la pura ambición literaria, un factor que cualquier jugador de Football Manager reconocerá: el calendario de lanzamientos. Cuando me lancé a esta aventura de escritura con el café tibio en mano, existía una firme, casi ingenua, esperanza de que la pausa natural que requeriría la creación de un personaje tan complejo coincidiera con la llegada inminente de la nueva edición del simulador. La ilusión de arrancar la epopeya de Matthias en el lienzo prístino del FM26, con todos sus nuevos gráficos, mecánicas y bases de datos actualizadas, era el motor oculto que justificaba el prolongado tempo narrativo. La idea era simple: yo terminaría de moldear a Matthias, y Sports Interactive terminaría de preparar el campo de juego.

Y, por supuesto, la realidad del desarrollo de software se impuso sobre la fantasía del cronista. La promesa no se cumplió, y el FM26 no está listo, obligándome a tomar la decisión táctica —casi dolorosa— de pivotar hacia el FM24, un terreno conocido, pero menos emocionante. Es la misma frustración que llevó a Matthias a elegir la frialdad de la disciplina sobre el calor de la sangre. Esta decepción técnica, sin embargo, ha refrendado la sabiduría de la introducción lenta. Al no tener el FM26 como telón de fondo, los tres primeros capítulos no solo justifican literariamente la existencia del personaje, sino que también nos dieron el tiempo necesario para aceptar la realidad del juego actual y reafirmar el compromiso de la historia.

Ahora, con las bases firmes, la historia puede respirar y el ritmo se acelerará. El personaje está presentado, sus motivaciones son claras, y es momento de sumergirnos de lleno en la partida de Football Manager 2024. La elección del FC Wacker Innsbruck como el club de Matthias exigió una base de datos a la altura de la ambición, pero la mayoría era imprecisa debido a la falta de ligas juveniles, la escasez de copas o errores insalvables. Finalmente, opté por la versión creada por Luron en el Workshop de Steam, la cual extiende el fútbol austríaco hasta el Nivel 11. Esta database nos permite situar al primer equipo en la Hypo Tirol Liga (Nivel 5), al equipo B en la Clase 1 Oeste (T) y, como libertad creativa del autor, incluir al equipo C en la Landesklasse 5 Central (Nivel 11), la división única del último nivel. El tiempo de la introspección ha terminado. Es hora de que el fútbol —el simulado, el real, el que nos mantiene vivos— se apodere de la narración. El Football Manager nos espera para iniciar el juego con el Capítulo 4, donde conoceremos al FC Wacker Innsbruck y entraremos en partes que involucren de lleno nuestro querido Football Manager

Editado por John Smith

  • Autor

Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 4 – Den Wacker kennenlernen
(Capítulo 4 – Conociendo al Wacker)

Teil 22 – Die grün-schwarze Geschichte
(Parte 22 – Historia Verdinegra)

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En Tivoli Neu, Innsbruck, Austria.

El sol del mediodía alpino se colaba por los amplios ventanales del Tivoli Neu, bañando en una luz cruda la austera oficina de Matthias Schall. Era el Lunes 19 de Junio de 2023, la fecha que el estratega había marcado como el punto cero de su nueva vida. Sentados alrededor de una mesa de conferencias pulcra y sin adornos, el núcleo de la revolución escuchaba en un silencio casi reverencial. Daniel Iril y Fernando Pino, el corazón pasional argentino; Kevin Honmann, la precisión metódica austríaca; y Matthias, el director de orquesta.

Matthias se puso de pie, su traje impecable y su postura, una declaración de guerra contra la mediocridad. Se dirigió a sus compañeros con una voz que portaba el peso de la responsabilidad, dejando atrás cualquier rastro de la camaradería de la noche anterior.

—Bienvenidos a este, nuestro verdadero punto de partida. La euforia de la firma terminó. Hoy, antes de ver la plantilla, el presupuesto, o siquiera las instalaciones, nos adentraremos en el alma de este club. No se puede revivir una leyenda si no se conoce su peso histórico y el horror de su caída.

Kevin Honmann, cuya concentración era absoluta, deslizó su tableta y proyectó un documento conciso en la pantalla de la pared. —El resto del cuerpo técnico llegará en veinte minutos, Herr Schall. Pero este informe es la prioridad. Es esencial que Daniel y Fernando, quienes vienen de otra cultura futbolística, comprendan la magnitud de la gloria y, sobre todo, la tragedia que ha vivido el Wacker.

—Adelante, Kevin. Hazlo sentir —indicó Matthias, sentándose y cruzando las manos sobre la mesa, preparado para la inmersión.

Kevin comenzó a leer el informe, narrando una historia de épica y autodestrucción:


FC Wacker Innsbruck: Una Leyenda de 19 Títulos, Glorias y Renacimientos

Los orígenes y la Era de Oro (1915 – 1986)

Fundado el 4 de febrero de 1915, en pleno corazón de Innsbruck, el FC Wacker Innsbruck nació con los colores negro y verde como símbolo de identidad tirolesa. Su nacimiento coincidió con los estragos de la Primera Guerra Mundial, que truncaron sus primeros pasos. Recién en 1919 pudo retomar sus actividades, aunque las dificultades económicas y deportivas lo llevaron a fusionarse con el FC Rapid Innsbruck en 1922, formando el efímero FC Sturm Innsbruck, que desapareció al año siguiente. El Wacker resurgió en 1923, y durante las siguientes décadas se consolidó como un referente del fútbol regional.

En 1964, logró el ascenso a la Staatsliga, la máxima categoría del fútbol austriaco, tras una campaña memorable en la Regionalliga West. Este ascenso marcó el inicio de una era dorada que cambiaría para siempre la historia del club.

La Edad Dorada (1971–1986) fue el apogeo futbolístico del Tirol. El Wacker conquistó cinco ligas y seis Copas de Austria. Con figuras legendarias como el arquero internacional Friedl Koncilia, el mediocampista Kurt Jara, el prolífico delantero Walter Schachner, y el que muchos consideran el mejor líbero austríaco de la historia, Bruno Pezzey, el club trascendió las fronteras nacionales. Se alzaron con la Copa Mitropa dos veces, demostrando poderío centroeuropeo, y alcanzaron los cuartos de final de la Copa de Campeones de Europa en 1978, cayendo heroicamente ante el poderoso Liverpool.

Fernando Pino, el analista, levantó la cabeza de sus notas. —¿Cuartos de la Copa de Europa en el 78? Es una historia muy pesada.

Kevin asintió, grave. —Y el reflejo de ese poder era la afición. Registrábamos más de 14.000 espectadores de promedio en el antiguo Tivoli Stadion. El Wacker era la identidad del Tirol.

El Colapso Institucional y el Laberinto de Identidad (1986 – 2002)

Pero el éxito desmedido, como un tumor que crece sin control, trajo consigo una gestión financiera catastrófica. En 1986, el Wacker original perdió su licencia en un acto de rendición y se fusionó con la WSG Swarovski Wattens, dando origen al FC Swarovski Tirol. El Wacker verdadero se vio forzado a descender a la octava división, quedando reducido a cenizas, mientras que la nueva entidad continuaba compitiendo en la élite.

Daniel Iril frunció el ceño ante la mención de la fusión. —Una pérdida de identidad, una traición a la historia —susurró Daniel.

El informe continuó, detallando cómo, aunque la nueva entidad (FC Swarovski Tirol, luego FC Tirol Innsbruck) sumó más títulos de liga bajo la dirección de talentos como Ernst Happel y Joachim Löw, la deuda solo se pospuso. El ciclo de quiebras culminó en 2002 cuando el FC Tirol Innsbruck colapsó, dejando a la ciudad sin representación en la élite. Fue entonces, impulsado por la rabia y el amor, que los aficionados refundaron el club, recuperando el nombre de FC Wacker Innsbruck en 2007.

El Regreso Fallido y la Realidad Actual (2002–2023)

El nuevo Wacker mostró ambición desde el inicio. En 2003, ascendió a la Erste Liga, y en 2004 regresó a la Bundesliga. Durante esta etapa, jugadores como Marco Kofler, Pascal Grünwald y Roman Wallner fueron claves. Aunque sufrió descensos en 2008 y 2014, logró momentos memorables como el subcampeonato de la Erste Liga en 2009 y el regreso a la Bundesliga en 2010.

El Wacker refundado tuvo breves regresos a la Bundesliga. Actualmente, el club compite en la Hypo Tirol Liga (quinta división), bajo la dirección técnica de Sebastian Siller hasta el viernes pasado. Su estadio, el Tivoli Stadion Tirol, con 16.005 espectadores, es un monumento a la gloria perdida.

El Legado: 19 Títulos y una Historia de Resiliencia

Kevin concluyó con el recuento oficial:

—A lo largo de sus distintas encarnaciones, el FC Wacker Innsbruck ha conquistado 19 títulos oficiales, convirtiéndose en uno de los clubes más laureados de Austria. Estos se desglosan de la siguiente manera:

  • 10 títulos de Liga: 5 logrados directamente como el Wacker, 2 durante la etapa del Swarovski Tirol y 3 en la breve pero exitosa era del Tirol Innsbruck.

  • 7 Copas de Austria: 6 de ellas ganadas por el Wacker original, y 1 más sumada como Swarovski Tirol.

  • 2 Copas Mitropa: Ambas fueron conquistas históricas del Wacker.

Y finalizó, con una voz cargada de la emoción contenida de un aficionado: —Pero más allá de los trofeos, el Wacker es un símbolo de resiliencia. Un club que ha sabido renacer de sus cenizas, mantener viva su tradición centenaria y seguir luchando por recuperar su lugar en la cima. Su historia es la de una pasión que nunca se apaga, y que sigue latiendo en cada rincón de Innsbruck.


El silencio que siguió fue de profundo respeto ante la magnitud del legado.

Matthias se levantó. —Gracias, Kevin. El informe es perfecto. ¿Quién, en su sano juicio, abandona la élite de Argentina para aceptar un club de quinta división en los Alpes? La bancarrota nos ha comprado la libertad de construir una catedral desde los cimientos. Nuestra misión es sacar a un gigante de quinta división del infierno de los torneos regionales. Y mientras lo hacemos, ustedes se encargarán de sacar al Equipo B de la Clase 1 Oeste y al Equipo C de la Landesklasse 5 Central. Tenemos tres equipos a reconstruir, desde el fango, hasta la élite de Europa.

Matthias miró su reloj. —La puerta se abrirá en menos de un minuto. Ahí llegará el resto del cuerpo técnico que Kevin ha reclutado. Tienen una historia que cumplir y un legado que honrar. Bienvenidos al Wacker..

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Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 4 – Den Wacker kennenlernen
(Capítulo 4 – Conociendo al Wacker)

Teil 23 – Der Stab und die erste Hand
(Parte 23 – El Staff y la Primera Mano)

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En Tivoli Neu, Innsbruck, Austria.

El eco del aplauso breve y metódico de Matthias resonó en la austera oficina del Tivoli Neu. Daniel Iril y Fernando Pino, aún bajo el peso de la historia verdinegra que acababan de escuchar, se levantaron. El Lunes 19 de Junio de 2023 ya era denso, y el verdadero trabajo apenas comenzaba.

—Vayan, muchachos —indicó Matthias con un gesto. Su voz era práctica, abandonando la épica del discurso histórico—. Necesito que Fernando empiece a montar nuestra red de análisis de vídeo y que Daniel se familiarice con la estructura juvenil del club. Kevin tiene razón: son tres equipos a reconstruir. Necesito su primera impresión táctica y de personal al final del día. Que cada uno se sumerja en su departamento.

Daniel y Fernando salieron. Matthias se ajustó la corbata y respiró hondo. Era la hora de conocer a quienes ejecutarían su visión. Kevin Honmann se adelantó, su rostro denotando la satisfacción de quien presenta a su tropa recién reclutada.

—Herr Schall, ya tenemos a los hombres clave esperando. Son la primera mano que necesitará para mover esta montaña. He pasado las últimas semanas filtrando perfiles. El presidente ha sido muy cooperativo con la reorganización, y logré traer a gente de mi total confianza que entiende la magnitud de nuestra caída y la urgencia de la misión.

Kevin abrió la puerta y, con un gesto firme, hizo pasar a la primera tanda de nuevos empleados, todos con trajes que, aunque menos pulcros que el de Matthias, denotaban seriedad. La atmósfera cambió de reflexión histórica a gestión ejecutiva.

—Permítame presentarle a Martin Brusch, 49 años. Él será nuestro Director Deportivo. El presidente lo ha recomendado personalmente, Matthias. Es un hombre de la región, conoce bien los entresijos de la Erste Liga y de las categorías inferiores. Su principal tarea será encontrar el valor oculto en los mercados austríacos y bávaros, y evitar que el pasado financiero se repita.

Matthias estrechó la mano de Brusch, manteniendo un contacto visual intenso.

—Bienvenido, Herr Brusch. La visión es clara: necesitamos talento que se adapte a nuestro ascenso inminente. El mercado de quinta división es solo una parada rápida. Necesito disciplina y ojo para la oportunidad.

Kevin continuó, guiando a los siguientes, enfocándose en las áreas técnicas:

—Mi equipo se completa con la parte de rendimiento. Tenemos a: Andre Bertram, 33 años, nuestro entrenador de porteros. Es joven, pero su trabajo con los reflejos es innovador. Luego, Bjarne Batz, 26 años, el preparador físico principal, es la vanguardia en métodos de rendimiento y prevención de lesiones, algo crucial para el fútbol semiprofesional. Y, por último, Pascal Amscher, de 34 años, quien será el preparador de jugadas a balón parado. La estrategia es clave, y Pascal es un especialista con experiencia en la Regionalliga.

Los tres hombres saludaron a Matthias. Él notó la juventud de Batz y Bertram, un riesgo calculado por Kevin.

—Además —añadió Kevin, señalando hacia el trío que se ocuparía de la fundación—, he reclutado a tres pilares para la estructura: Carsten Scholz, 46 años, será el Jefe de Desarrollo de Juveniles. La cantera es el alma de la resurrección; Carsten se centrará en los equipos B y C. Luego, Alois Kurz, 36 años, será nuestro Ojeador Jefe, la pieza fundamental para encontrar el talento regional que necesitamos ahora mismo. Su red es extensa.

Matthias asintió, reconociendo la inversión estratégica de Kevin en el futuro del club.

—Y por último —concluyó Kevin, con un tono ligeramente más formal—, Patrick Berhaupt, 39 años. Él será nuestro Fisio Jefe. Patrick es el único que queda de la gestión anterior, Herr Schall. Su conocimiento de la salud y las dolencias de la plantilla actual, así como de las instalaciones, será invaluable para la transición. El resto de empleados, además de dos ojeadores y dos fisios que no están en la reunión, son todos gente de mi confianza que cumple el perfil que me has pedido.

Matthias Schall se puso de pie nuevamente, recorriendo con la mirada a los siete hombres.

—Señores, bienvenidos al Wacker. Les seré breve: Mi proyecto es la libertad absoluta para construir desde cero, pero esa libertad tiene un costo: la excelencia sin excusas. Nuestra meta no es ascender a la cuarta división; nuestra meta es volver a la Bundesliga. Aquí hay tres equipos que sacar del fango. El tiempo apremia, y nuestra reconstrucción comienza ahora. Les ruego que tomen posesión de sus oficinas y se pongan a trabajar rápidamente. Las plantillas y los contratos nos esperan. Necesito que a primera hora de mañana me entreguen un informe sobre la situación de cada área.

Con una última mirada autoritaria, Matthias dio por terminada la presentación. El equipo de Matthias Schall ya estaba en el campo.

ICxewo1.jpeg Staff FC Wacker Innsbruck

  • Autor

Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 4 – Den Wacker kennenlernen
(Capítulo 4 – Conociendo al Wacker)

Teil 24 – Die Realität des Schutzes
(Parte 24 – La Realidad del Lodo)

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En Tivoli Neu, Innsbruck, Austria.

El reloj marcaba las 12:45 de la tarde. El silencio había vuelto a caer sobre la oficina principal después de la dispersión del nuevo cuerpo técnico. Matthias Schall, con su campera verde del Wacker y el pantalón negro de entrenamiento, se sintió de inmediato más en sintonía con el ambiente que buscaba imponer. Hizo un gesto hacia Martin Brusch, el Director Deportivo recién nombrado, indicándole que lo siguiera.

—Herr Brusch, caminaremos hacia su oficina. Me gustaría que me ponga al día sobre las instalaciones —comenzó Matthias, su tono era inquisitivo—. Primero, cuénteme del Tivoli Neu y después el resto. Quiero la realidad. ¿Qué tiene este club que merezca el nombre de "infraestructura de élite" y qué es, francamente, chatarra?

Brusch, con una carpeta bajo el brazo, se mostró visiblemente más relajado ahora que la presentación formal había terminado. El Director Deportivo tenía el rostro curtido de quien ha pasado años lidiando con presupuestos ajustados, una figura austera que contrastaba con la ambición desbordada de Matthias.

—Por supuesto, Herr Schall —respondió Brusch, ajustándose las gafas mientras ambos caminaban por el pasillo. La zona de oficinas era funcional pero se sentía vacía, como si la gloria se hubiera llevado hasta el mobiliario—. Mi oficina está al final. Le advierto: la realidad en quinta división es dura, pero el Wacker tiene algunos activos que otras estructuras regionales envidiarían.

Ambos llegaron a un despacho pequeño, pero con una vista funcional a las gradas del estadio. Brusch se sentó en su escritorio, haciendo un gesto a Matthias para que tomara asiento frente a él.

—Comencemos con lo que nos mantiene en pie —dijo Brusch, abriendo su carpeta y extrayendo un mapa esquemático de las instalaciones. Luego, alzó la vista y comenzó a explicar, con un claro orgullo regional:

—Mire, Matthias, el Tivoli Neu —ahora llamado Tivoli Stadion Tirol— es ese estadio moderno que tenemos en Innsbruck desde el año 2000, cuando reemplazó al viejo Tivoli-Stadion. Lo construyeron para darle a la ciudad un espacio deportivo de primera, y vaya que lo lograron: es la casa del Wacker Innsbruck, del WSG Tirol y hasta de los Raiders de fútbol americano. Su capacidad normal es de 16,008 espectadores, pero ¿sabe qué? Para la Eurocopa 2008, lo ampliaron hasta los 30,000 asientos. Aquí jugaron tres partidos de ese torneo, ¡incluyendo el de España, que luego ganó el campeonato! También ha sido sede de la Copa Mundial de Fútbol Americano y de conciertos, así que no es solo fútbol. Forma parte del complejo OlympiaWorld, que incluye otras instalaciones deportivas, y está a solo 20 minutos caminando del centro. Es un orgullo para Innsbruck, porque une historia, deporte y eventos internacionales. ¿Te imaginas la vibra de esos días de Eurocopa? ¡Pura energía tirolesa!

Martin Brusch dejó que el peso de ese recuerdo flotara en el aire por un momento, antes de volver a la realidad de la Hypo Tirol Liga.

—Ese es el teatro, Herr Schall. Un teatro que alquilamos. La verdadera base de operaciones, y el corazón de lo que podemos construir, está en la Sportanlage Wiesengasse.

Matthias se inclinó sobre el mapa esquemático de las instalaciones que Brusch había desplegado.

—Hábleme de Wiesengasse. Es donde entrenan el primer equipo y las reservas, ¿correcto?

Brusch asintió con una expresión que era mitad orgullo, mitad resignación.

—Correcto. Wiesengasse es donde pasará la mayor parte de su tiempo. Es nuestro complejo principal, aunque no lo parezca. Consiste en varios campos. El Platz A es el campo de césped natural, el principal. Es funcional y lo mantenemos con un esfuerzo enorme, pero está lejos de ser la superficie de élite que usted conoce. La realidad es que la Wiesengasse está saturada. Es una instalación municipal que compartimos con otros clubes de Innsbruck, y su calidad es el mínimo aceptable.

Brusch, percibiendo la desaprobación de Matthias, se apresuró a cambiar el enfoque hacia lo positivo:

—En contraste con el uso del campo, las instalaciones corporativas son normales ahora. Fueron de otro nivel en nuestros grandes tiempos, claro, pero son funcionales. Sin embargo, no todo es mediocre. Las instalaciones de entrenamiento son magníficas si las comparamos con el resto de la Hypo Tirol Liga. Y en cuanto a la base... Las del juvenil son espléndidas, con preparación de los mismos adecuadas y una política de contratación por encima de la media. Hemos logrado mantener los estándares de la academia pese a la caída del primer equipo, y esa es nuestra mayor inversión.

Matthias alzó una ceja, una sonrisa tenue apareciendo en su rostro. Era la primera chispa real de entusiasmo que el Director Deportivo le había provocado.

—Creo que muchos de los equipos de la Bundesliga austriaca envidiarían lo que tenemos —dijo Matthias, no como una pregunta, sino como una declaración de estrategia. Él veía potencial donde Brusch solo veía limitaciones.

—En el papel, sí —admitió Martin Brusch, volviendo a la cautela—. La estructura juvenil sigue siendo nuestro diamante en bruto. Pero, Herr Schall, la diferencia entre las instalaciones de entrenamiento del primer equipo y las de la élite de Europa es abismal. La oficina del primer equipo está en el Tivoli Neu, pero los vestuarios, los gimnasios y la zona médica están en Wiesengasse. Es una división que dificulta la logística.

Matthias se puso de pie, su expresión era ahora de fría determinación. La chatarra, el lodo, era el punto de partida que él necesitaba para su leyenda.

Editado por John Smith

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