Capítulo 18. Análisis de plantilla 2023/2024 Se acabó la temporada y es hora de repartir flores y collejas. Hemos hecho una campaña espectacular, pero no todos han brillado igual. Algunos han sido piezas clave, otros han cumplido y otros se han arrastrado por el campo como si estuvieran de resaca. En muchos casos, esto era verdad. Aquí voy a poner los números sobre la mesa, sin filtros, sin piedad y con mala leche. Veremos quién se ha ganado seguir en el equipo y quién debería replantearse su futuro en el fútbol. PORTEROS Ovidiu Pașcalău (POR, 42 años) – El abuelo del arco Nuestro portero titular ha cumplido, pero sin milagros. Ha jugado 30 partidos y su media de 6.78 dice todo lo que hace falta saber. Suficiente, sin más. Atrapó lo que tenía que atrapar, pero no es un muro infranqueable, más bien una valla con algunos agujeros. Además, está "preocupado". ¿Preocupado por qué? ¿Por su pensión? ¿Por su estado físico? Ni idea. Ovidiu Iancu (POR, 17 años) – El aprendiz Le di minutos porque no me quedaba otra. "Futura promesa", dicen. Ya veremos si la promesa no se queda en decepción. En 17 apariciones, su media es de 6.93, algo mejor que la del veterano, lo cual no sé si es bueno o simplemente un reflejo de que Pașcalău está en modo prejubilación. Veredicto Si queremos un equipo competitivo el próximo año, hay que reforzar esta posición. Ovidiu Iancu tiene margen de mejora, pero le falta colmillo. Y Pașcalău... bueno, no sería mala noticia que dijera que se jubila. LATERALES Alexandru Benea (DFI, 22 años) – El seguro de vida en la banda Si hay alguien a quien no le puedo reprochar nada, es a Benea. Ha jugado casi todo y lo ha hecho bien. Sin hacer locuras, pero sólido, firme y cumplidor. No es Roberto Carlos, ni lo será en su vida, pero si pongo su nombre en el once, al menos sé que no voy a tener que romperme la cabeza pensando en qué desastre me va a liar. Buena media de la temporada y, dentro de nuestras limitaciones, uno de los más confiables. Răzvan Ilan (DFD, 23 años) – Trabajo sin florituras Otro de los que han jugado casi todo. Defensivamente, ha estado correcto, aunque si le das un balón y le pides que haga algo decente con él en ataque, probablemente te lo devuelva con cara de "¿y esto para qué lo quiero?". Sin ser brillante, no ha dado demasiados disgustos. En esta categoría, eso ya es una victoria. Laurențiu Luca (DFD, 28 años) – El eterno suplente A este le ha tocado el papel de comodín. No ha tenido la continuidad de los titulares, pero cada vez que ha jugado ha cumplido. Es de esos que no destacan, pero que tampoco meten la pata. Un buen recambio que siempre suma y que puede jugar bien en ambas bandas. Alin Berceanu (DFI, 42 años) – El fantasma Si alguien me pregunta quién es Berceanu, probablemente tendría que mirar en la lista de convocados para acordarme de que existe. No ha tenido minutos, y cuando ha jugado, tampoco es que haya dejado huella. Podría haberse quedado en su casa viendo los partidos y su impacto en la temporada habría sido el mismo. Veredicto Benea e Ilan han sido los laterales de confianza. Han jugado casi todo y, aunque no son los más espectaculares, al menos no han hecho que me dé un infarto cada vez que el rival atacaba por su lado. Luca ha sido un suplente útil, y Berceanu… bueno, si se va en verano, dudo que alguien lo eche de menos. CENTRALES Raul Cochintu (DFC, 25 años) – El jefe de la zaga Si el equipo ha aguantado defensivamente, en gran parte es por este tipo. Ha sido el ancla, el que ha cortado balones y hasta se ha permitido el lujo de meter 8 goles, aunque la mayoría de penalti. Preocupado dice que está pese a jugar casi todos los partidos. Mi no entender. Andrei Petrov (DFC, 16 años) – La promesa que responde El hijo de Vasil no lo ha hecho nada mal. Ha jugado bastante para ser un chaval y ha mostrado temple. No es la reencarnación de Beckenbauer, pero se nota que tiene buena madera. Si sigue así, seguirá teniendo minutos. Rocky Tranculov (DFC, 31 años) – Mucho ruido, pocas nueces Nombre de luchador de la UFC, pero rendimiento muy justito. Ha cumplido sin grandes cagadas, pero tampoco ha hecho nada destacable. A veces, verlo jugar es como mirar una pared. Está ahí, pero no pasa nada, ni p'alante ni p'atrás. Como suplente está bien, pero si tengo que depender de él en los momentos clave… no sé yo. Ioan Boboiciov (DFC, 41 años) – Recambio de emergencia Otro de los que han estado en la rotación, sin alzar mucho la voz. Jugador de plantilla, con rendimiento decente cuando ha salido, pero sin aspiraciones a ser titular. Un jugador de esos que están ahí, cumplen su función y poco más. Dragan Babușcov (32 años) – ¿Quién? A ver, este señor… ¿qué hace aquí? Cuatro partidos y algún rato más entrando desde el banquillo. Si alguien tiene una foto suya en el campo, que me la pase, porque yo apenas lo he visto. Lo mejor de todo es que está contento. Veredicto Cochintu ha sido el amo y señor de la defensa, el único verdaderamente indiscutible. Petrov ha demostrado que hay futuro, Tranculov ha sido un central del montón y los otros dos han tenido un papel secundario o casi inexistente. Si quiero que esta defensa tenga más solidez el año que viene, habrá que pensar en reforzar la línea. Pero para eso tiene que marcharse alguno de forma voluntaria… CENTROCAMPISTAS Daniel Vasilcin (MEC, 38 años) – El patrón Este cabrón es un espectáculo. No solo es el motor del equipo, sino que también mete goles y asiste como si le pagaran por cada pase clave. Es el tipo de jugador que te gana partidos solo con su inteligencia y técnica. Si alguien me dice que este hombre tiene 38 años, me meo de la risa. Que se cuide bien, porque perderlo sería un drama. Claudiu Rad (MEC, 19 años) – El sorpresón Al principio de la temporada ni me fijé en él. Pensé que sería otro del montón, de esos que están ahí porque alguien tiene que rellenar la plantilla. Pero el cabrón ha rendido bien. No es un artista del balón, pero hace su trabajo sin quejarse. Se ha ganado su sitio. Ionuț Florea(MEC, 34 años) – El todoterreno incómodo Es de esos jugadores que entran desde el banquillo y pueden liarla… o no hacer nada. Ha tenido momentos brillantes, pero también otros en los que me ha sacado de quicio. No es titular, pero tampoco un caso perdido. Es un jugador de plantilla correcto, aunque se ha quejado en algún momento de la temporada y eso no me gusta. Toma Budur (MEC, 33 años) – El turista Tres partidos como titular en toda la temporada. Tres. No me jodas. Ni me he dado cuenta de que existía y eso que era el capitán. Es normal que esté descontento… yo también lo estaría si fuera tan irrelevante. No sé qué pasará con él, pero si no quiere ser una estatua en el banquillo, mejor que se busque otro sitio. Veredicto Vasilcin ha sido el motor del equipo, un genio del mediocampo. Rad ha trabajado en silencio y ha cumplido su papel sin rechistar. Florea ha mostrado destellos de talento, pero necesita continuidad. Y Budur… bueno, Budur es Budur, y con eso lo digo todo. EXTREMOS Gheorghe Mirciov (MEI, 37 años) – La experiencia El calvito no solo ha generado juego y peligro, sino que ha puesto más balones de gol que un repartidor de pizzas en un sábado por la noche. 15 asistencias y 8 goles lo convierten en un extremo de lujo para esta categoría. Aun así, se le nota el desgaste y la edad empieza a pesar. ¿Puede repetir esta temporada el próximo año? Quién sabe, pero si sigue así, le hacemos un altar. Paul Nistor (MED, 22 años) – El obrero Nistor no es el jugador más vistoso, ni el más técnico… pero es efectivo. No brilla como Mirciov, pero siempre cumple. 6 goles y 5 asistencias en un extremo que trabaja, ayuda en defensa y no se queja. Un todoterreno, de esos que todo entrenador quiere en su plantilla porque saben sufrir y trabajar. No ha sido la estrella, pero ha sido un engranaje esencial. Vasile Vincu (MPD, 22 años) – La lanza de la banda Aquí tenemos un caso curioso. Vincu no ha tenido demasiadas oportunidades de titular, pero cuando ha jugado, ha cumplido bastante bien. Parece que le falta un extra de atrevimiento para hacerse con un puesto fijo en el once. Es joven, tiene margen de mejora, pero debe espabilar un poco y ser más regular y determinante en los minutos de que dispone. Călin Gruiescu (MPI, 24 años) – El revulsivo eficaz Gruiescu es una de las sorpresas de la temporada. Sin ser titular habitual, ha dejado números de gran jugador. 6 goles y 5 asistencias en pocos minutos nos dicen que tiene calidad, que puede ser una pieza importante en el futuro… si se le da más confianza. Cuando ha entrado desde el banquillo, ha demostrado que tiene desborde y pegada. Un jugador que ha aprovechado su rol de revulsivo y que, si sigue así, puede terminar robándole el puesto a Mirciov si la edad ya le va pesando a este. Veredicto Mirciov ha sido un jugador clave, Nistor, sin hacer tanto ruido, ha sido un trabajador incansable. Vincu y Gruiescu han aportado desde el banquillo, pero si quieren más minutos, tendrán que pelear duro porque aquí nadie regala nada. MEDIAPUNTAS Andrei Cărăbaș (MPC, 23 años) – El motor del equipo Si este equipo fuera un coche, Cărăbaș sería el motor, el volante y hasta las ruedas. 29 goles y 15 asistencias son números de estrella absoluta, de jugador que está en una categoría que le queda pequeña. Ha sido el alma del equipo, el que ha marcado diferencias en todos los partidos. A día de hoy es insustituible. No hay otro jugador que pueda hacer lo que él hace. Su rendimiento ha sido brutal. Cristian Movilă – El aprendiz con destellos Movilă es joven, tiene talento y ha mostrado algunos destellos, pero todavía está lejos de ser un jugador clave. Dos goles y una asistencia en pocos minutos no está mal, pero tampoco justifica que le dé el equipo en sus manos. Necesita tiempo y más minutos. Si sigue trabajando, podría convertirse en un jugador interesante para el futuro, pero ahora mismo no pasa de ser un suplente con buena actitud. Veredicto Cărăbaş ha sido el cerebro, el corazón y los pulmones del equipo. Sin él, habría sido otra historia. Movilă, por su parte, ha mostrado destellos, pero aún le queda un largo camino. Aprende del maestro, chaval, que aún no estás para tomarle el relevo. DELANTEROS Fabian Novac – El veterano que nunca falla Si hay alguien que se ha ganado el sueldo (bueno, si cobrara) ha sido Fabian Novac. 24 goles en 34 partidos no está nada mal, sobre todo para un delantero que, a sus 34 años, sigue corriendo y peleando como un perro de presa. No es el más técnico, ni el más rápido, pero sabe dónde estar y tiene el instinto que muchos delanteros jóvenes matarían por tener. Ha sido el referente ofensivo del equipo, aunque sus 3 asistencias indican que no es precisamente generoso con el balón. Si ve portería, chuta. Si hay un compañero mejor colocado… chuta igual. Y, la verdad, con estos números, que siga chutando. Recuerdo que Kalapis se retiró antes de finalizar la temporada, por lo que no puedo añadir sus estadísticas al análisis, aunque siendo sinceros, sus oportunidades fueron escasas y apenas fue relevante en el equipo. JUVENILES El fútbol base de un equipo regional es una ruleta rusa. Un día piensas que has encontrado la próxima estrella, al siguiente te das cuenta de que es un tronco con patas. Esta temporada he tenido que usar a varios chavales por obligación de la maldita normativa. Algunos me han sorprendido (para bien), otros han sido simples bultos sobre el césped. Paul Bactar (DLC, 17 años) – El gol tiene 17 años Si hay un chaval que me ha callado la boca ha sido Bactar. Doce goles en apenas 11 titularidades es una locura. Letal, atrevido y con un olfato goleador que ya quisieran muchos. A veces parece que ni él mismo sabe cómo mete los goles, pero ahí están. Con la retirada de Kalapis, está claro que puede ser el sustituto directo de Novac. Raul Crăciun (MPD, 17 años) – El chaval con ganas Crăciun no es un jugador que llame la atención, pero es muy trabajador. Se ha movido bien en el centro del campo y ha demostrado tener visión de juego. Tres asistencias en tan pocos partidos no están mal para un chaval que aún está aprendiendo. Si sigue trabajando, podría convertirse en un buen recambio para el mediocampo. No es alguien para tirar la casa por la ventana, pero al menos no se ha arrastrado por el campo como otros. Marius Chițu (DFD, 17 años) – El niño maduro Para ser defensa, marcar un gol y dar tres asistencias no está nada mal. Chițu ha mostrado cierta seguridad y ha sabido aguantar el tipo cuando le ha tocado jugar. No es un líder, pero tampoco un cagao. Si sigue desarrollándose, puede ser un suplente fiable en defensa. Pero si la plantilla mejora, puede que no pase de parche ocasional. Petrișor Boboiciov (MEC, 16 años) – La promesa Petrișor Boboiciov ha sido una de las sorpresas agradables del equipo. Aunque ha tenido pocas oportunidades, ha dejado claro que no le pesa la presión cuando le toca entrar. No es un mago con el balón, pero tiene presencia en el campo y cumple con lo que se le pide. Sus dos goles son prueba de ello. Auguro buen futuro para el chaval. A. Ghiuruțan-Tomescu (MEC, 18 años) – El otro candidato Ghiuruțan-Tomescu es otro juvenil que ha aprovechado sus minutos. No ha deslumbrado, pero tampoco ha desentonado. Ha demostrado que puede aportar energía y dinamismo en el medio campo. Le falta atrevimiento con el balón y aún le cuesta marcar diferencias, pero se ha mostrado ordenado y con criterio. El resto – Chavales sin mucha historia Los demás juveniles han jugado minutos sueltos, sin hacer nada especialmente destacable. Algunos han dado un pase bueno, otros han evitado hacer el ridículo, pero nadie ha demostrado que merezca quedarse fijo en el primer equipo.
