INTRODUCCIÓN I

"Los hermanos sean unidos. Porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera". 

Célebre frase de José Hernández la cual se encuentra en su conocidísimo libro "Martín Fierro". Me atrevo a decir que es la obra máxima de la literatura argentina. Va, o eso pienso yo.

Toda mi vida me llené la boca diciendo que "Martín Fierro" era mi mayor inspiración, repitiendo sus conocidos dichos y numerosas hazañas, pero hasta el día de hoy no sigo una sola palabra de lo que hablo. Y esa ley primera no sirve para nada, es todo una farsa. Imposible yo estar unido a mi hermano Pablo, por ejemplo. Su egocentrismo y estupidez me irritan. Además, él es todo lo contrario a mí. Yo prefiero defensa, él adora atacar, yo digo River, él grita Boca, yo elijo dulce, él se decanta por lo salado. Es más: cuando jugábamos juntos en las inferiores de Deportivo Morón, después de que nuestro padres se separaron y llevaron a cada uno para un hogar diferente, él se fue, sin decir nada, a Nueva Chicago, el eterno rival...

Yo esperaba aunque sea un "adiós", o talvez un simple "me voy" hubiese alcanzado. Aunque sea tan solo un año más grande que yo, admito que él era mi ídolo, la persona que yo más admiraba y quería en la Tierra. Quería parecerme en todo a él. Hasta hubo una época en la que intenté pasar de jugar en la defensa a segundo delantero, para ver si por lo menos podía asistirlo en los muchísimos goles. Pero no, mi destino era sufrirlo en los entrenamientos. 

Pero basta de recuerdos sin sentido. No es una persona bienvenida en mi vida. Después de varios meses sin ver a Pablo, debido a todo lo que implicó el divorcio de nuestros papás, me ignoró completamente, por no decir que me trató como si fuese un total desconocido. Fue antes de un Morón-Chicago. Él 15 años, yo 14. Por la falta de jugadores, y mi capacidad física, siempre me tocaba jugar con una categoría más grande que la mía. Mi (ex) ídolo hizo todo para humillarme durante el partido. Caños, sombreros, todas las gambetas que nosotros, los argentinos, tanto odiamos sufrirlas y adoramos hacerlas, él me las hizo a mí. Tuvieron que cambiarme ni bien comenzó el segundo tiempo cuando me dijo que seguía siendo el llorón de siempre. Y efectivamente lo era: ni bien me lo dijo, me largué a llorar. Pero todo eso cambió...

Disculpen, necesitaba desahogarme. Ahora déjenme presentarme:

Mi nombre es Martín Alejandro Hernández, nací el 21 de agosto de 1981 en Morón, alrededores de Capital Federal, más conocido como CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Fanático por el fútbol, lo practico desde que tengo memoria. Jugué toda mi vida como marcador central o lateral izquierdo. Creo yo que fue bastante bien, duró más de lo que me imaginaba. Jugué toda mi vida en el Deportivo Morón, excepto por un fugaz paso por River Plate, el club de mis amores, cuando tenía 18 años. Estuve solo 6 meses en el "millonario" donde tan solo conseguí jugar tres partidos en la reserva. Después de esa experiencia, aprendí a tener siempre los pies sobre la tierra, entender mis limitaciones y el techo que tengo yo y tendrá mi futuro equipo. Sí, eso mismo, mi futuro equipo. Al darme cuenta que como jugador no iba a llegar muy lejos, y no quería alejarme de este hermoso deporte, comencé a prepararme desde los 19 años para llegar a tomar las riendas de un equipo. Cuando terminaban los entrenamientos del "Gallito", club al cual volví tras mis seis frustrados meses en "el más grande", iba directo a la UBA (Universidad de Buenos Aires) a hacer el profesorado de educación física. Ni bien terminé la carrera universitaria, hice todos los cursos de entrenador. 

Admito que fue difícil conciliar los duros entrenamientos, el poco dinero que recibía como jugador y estudiar, sea para el profesorado o los cursos de DT. Pero valió la pena. Tanto esfuerzo tuvo sus frutos: a la edad de 37 años, después de haber jugado un total de 18 años en la primera de Morón, decidí retirarme del fútbol gracias a la increíble oferta que me hizo el presidente del club, hacerme cargo del equipo desde la función de entrenador.

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN II

Hoy se cumplen diez años de mi lesión. El mundo se me vino abajo, el fútbol era lo único que sabía hacer. Quería levantarme y no podía. Faltaba solo la firma para cerrar mi paso a Boca Juniors. No lo puedo creer todavía. Yo era un fenómeno. Tenía un buen remate y una visión como pocos jugadores tienen en la B Nacional. Lo único que quería era jugar en La Bombonera, ganar la Copa Libertadores, meter un gol en el superclásico, como todo fanático "xeneize" sueña. La verdad es que las lesiones siempre me tuvieron a maltratar. Todos los años la misma historia, pasaba más tiempo en el hospital que entrenando. Y la única temporada en la que estaba consiguiendo jugar con regularidad, que vino recientemente a mi memoria por el frustrado traspaso a Boca, me fui a cortar el tendón de Aquiles. Retirado con 27 años. Y justo en un clásico contra Morón en la cancha de ellos. Que odio le tengo al "Gallo": cuando tenía 15 años y jugaba en las inferiores del club, no fueron capaces ni siquiera de avisarme que había ojeadores de Racing interesados en mí. Los espantaron para que no exista contacto alguno entre nosotros. Hice mi bolso, junté el poco dinero que tenía, pagué mi clausula de salida y me fui al único club que me abrió las puertas en esa época, Nueva Chicago, equipo del que nunca me fui  y le seré eternamente agradecido.

Al recordar mi lesión, también vino a la cabeza la imagen de mi hermano Pablo. Todos los jugadores de Morón se acercaron a ver como estaba menos él. En ese momento, él era el capitán de su equipo y ni siquiera se mostró ni un poco preocupado. Vive ignorándome desde que nuestros padres se separaron en nuestra adolescencia. Éramos tan unidos cuando chicos... Martín, además de ser mi hermano menor, era el mejor amigo que tenía. Siempre me siguió a todos, me fue fiel, cuando había un problema, era el primero en defenderme. Era bravo el chiquito. "Chiquito"... a pesar de ser un año más joven siempre fue unos diez centímetros más alto que yo. Y qué defensor era! Si no fuese por su orgullo, miedo a alejarse de casa y toda su timidez, habría llegado a jugar en alguno de los grandes del fútbol argentino. Tanta bondad le jugó una mala pasada.

Pero bueno, antes él debía ser así, porque la última vez lo vi, que fue justamente el peor día de mi vida, ni siquiera me preguntó si estaba bien o por lo menos hacer alguna muestra de apoyo, como lo hicieron la mayoría de sus compañeros. No se qué le habré hecho de malo para ser ignorado de esa manera. De lo único que estoy seguro, es que después que papá y mamá se separaron, solo nos veíamos en los Chicago-Morón. Y hasta ahí nomás, si las lesiones no me dejaron demostrar todo lo que tenía para dar.

Pero juro que yo,  Pablo Henrique Heredia, nacido en Morón el 19 de septiembre de 1980, seré el entrenador más exitoso de la Argentina. Después de muchos años de estudio, y con mi licencia, se me presenta la posibilidad de ser el entrenador que me dio todo en mi carrera como jugador: Club Atlético Nueva Chicago, de la Primera B Nacional. Haré todo lo que esté a mi alcance para poder llegar a ser algún día el DT de mi Boquita y, posteriormente, de la selección Argentina. Mis equipos, independientemente de los objetivos, siempre mirarán llegar lo más lejos posible y jugar al ataque. Mis delanteros serán grandes goleadores, como lo habría sido yo si mi cuerpo me hubiese ayudado. 

Como el soñador que fui toda mi vida, se me va a hacer difícil la espera del comienzo de la nueva temporada. Sin más, ahora voy a comenzar a contactar con todos los representantes para que me ayuden en la búsqueda de jugadores. 

 

 

*Aclaro que los personajes son ficticios

ACLARACIONES

• Antes que nada, esta historia se inspira en "¿Cómo se debe bailar el tango?", de @triver. No pretendo hacer plagio alguno ni nada de eso. 
• Será basado en los personajes y no en los equipos. Buscaré, según objetivos e intereses de cada entrenador, los cuales detallaré más tarde, las mejores opciones que se presenten en el mercado para cada uno. Iré poner fotos (screenshots) de los directores técnicos.
• Esta es mi primero historia, así que intentaré hacer con que sea lo más entretenida posible y, está claro, me gustaría que me ayuden en la producción de la misma.
• La versión utilizada del Football Manager 2018 y los respectivos parches también los publicaré más tarde, junto  a los objetivos e intereses de los personajes. 
• Mi idea es ir contando mes a mes lo que sucede en el juego. Y, si bien me encantaría hacer una historia de vida interesante entre estos dos hermanos, mi prioridad va a ser siempre el fútbol y narrar todo lo que acontece en este ambiente.

 

Cualquier duda que tengan, o corrección de algún error, pueden decírmelo. 

 

Gracias por la atención! 

 

Editado Abril 27, 20187 años por jmmendez14

 

El hace 2 minutos, jmmendez14 dijo:

ACLARACIONES

• Antes que nada, esta historia se inspira en "¿Cómo se debe bailar el tango?", de @Mapashito. No pretendo hacer plagio alguno ni nada de eso. 

 

Disculpa, pero el autor de esa historia no es Mapashito sino @triver

El hace 13 minutos, Breogán dijo:

 

Disculpa, pero el autor de esa historia no es Mapashito sino @triver

Corregido. Gracias! 

Antes de nada bienvenido, espero que tengas un gran debut o por lo menos que disfrutemos juntos.

Así que suerte y al ruedo

Jajaja solo podría pararme a gritar a los cuatro vientos en contra de la historia si fuera un tonto. La verdad celebró una nueva historia del fútbol argentino y que "esté inspirada" en la mía es un elogio que jamás creí posible. Sinceramente en los bocetos de mi historia analicé la posibilidad de que los protagonistas sean hermanos, que ambos vivan en la misma zona (curiosamente pensaba una rivalidad rosarina) pero por cuestiones de mostrar tanto el fútbol del interior como el de capital y para poner en juego más el cómo se juega me quedé con mis queridos Gotti y Zubeldía. Ahora sí, empecemos a hablar de esta nueva aventura que tenemos. Cuando empezó todo y vi que se trata de Chicago-Morón no pude dejar de pensar en que podría ser una adaptación del cuento "Los Traidores" de Eduardo Sacheri (en el link está el cuento narrado por Alejandro Apo). Soñaba con que uno de los personajes sea el goleador que había traicionado al "Gallito" o el propio Nicanor. Interesante los distintos puntos de vista de los hermanos sobre su relación. Ese es el camino a seguir que planta la introducción y que produce una diferencia terrible con mi historia (haciendo la tuya mucha más piola). Cualquier duda consulta. Saludos y éxitos con la historia

PD: No se que parche tenes, si bien no tengo el 2018 cuando probe jugar con la estructura en el FM17 tuve varios problemas para jugar en la B Metro. Chequealo antes para no complicarte con la base de datos

El En 27/4/2018 at 11:04, jmmendez14 dijo:

conocidísimo libro "Martín Fierro". Me atrevo a decir que es la obra máxima de la literatura argentina. Va, o eso pienso yo.

No es "va" sino "bah" y se ve que no conocés a Borges, Mujica Láinez, Bioy Casares,........