En paro
Con 49 años, un tanto "veterano" ya, iniciaba mi carrera de entrenador en un club que se encontraba en la antesala del fútbol profesional español, gracias a la buena labor de mi agente...la Balompédica Linense, también conocida como "la Balona" o "la Recia". Un histórico del fútbol patrio encuadrado en el Grupo IV de la extinta (en cuanto a denominación) Segunda División B. Los objetivos del club, y los míos propios, no iban más allá de mantenernos sin apuros en la categoría, en la mejor posición posible. Sin embargo, una excelente temporada liderada por un fantástico goleador que tuvimos, Wilson Cuero, el cual convirtió (como dicen los argentinos) una cantidad enorme de goles, hizo que nos lleváramos la sorpresa del ascenso a Segunda División después de un emocionante "play-off" (y eso que no empezamos bien, el primer partido de "play-off", en casa, al descanso perdíamos 0-3).
El debut en el fútbol profesional fue muy frustrante para mi. Primero por la incapacidad de poder realizar fichajes que reforzaran o mejoraran la plantilla. No entendía como jugadores de, incluso, Segunda B, no querían fichar por un equipo de Segunda División...aunque partiéramos con el cartel de "Cenicienta". Y segundo la "tiranía" de los resultados, no realizábamos malos partidos pero, muchas veces en los minutos finales, siempre nos pasaba algo en contra. De hecho mi trabajo no era malo, prueba de ello es que, a pesar de los malos resultados, la Directiva me mantuvo en el cargo toda la temporada. Finalizada ésta, una vez consumado el descenso con bastante tiempo de antelación, abandoné el cargo...y el fútbol en general. Hasta ahora que he decidido volver.
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