PROJEKT. PLANUNG. VORSAISON. PHILOSOPHIE PROYECTO. PLANIFICACIÓN. PRETEMPORADA. FILOSOFÍA La tarde caía lentamente sobre la Ciudad Deportiva del Hoffenheim cuando Pascal Bieler, entrenador, Uwe Hözl, segundo entrenador, y Dominik Deutschl, ayudante del cuerpo técnico, se reunieron en una de las salas técnicas del edificio. El aire tenía ese aroma a césped húmedo y concentración silenciosa que anuncia decisiones importantes. Bieler llegó con un dossier repleto de ideas, mientras Hözl, sereno y analítico, y Deutschl, detallista y meticuloso, tomaban asiento. Hoy iban a definir el primer paso real del nuevo proyecto del TSG 1899 Hoffenheim: la confección de la pretemporada. "Bien, caballeros, necesitamos una pretemporada que construya identidad, ritmo y cohesión," abrió Bieler, marcando desde el principio el tono del encuentro. Hözl, entrelazando los dedos, respondió con cautela: "Tenemos que medir bien la exigencia. Este grupo necesita confianza. Un mal comienzo puede pesar." Deutschl deslizó una carpeta con una lista de posibles rivales y añadió: "He preparado combinaciones que nos permitan ver cómo responde el equipo ante estilos muy distintos. Ya tengo opciones locales e internacionales." La conversación se volvió intensa, casi quirúrgica. Bieler quería amistosos que fueran lecciones tácticas, no simples partidos: "Necesito al menos dos equipos que nos presionen arriba. Y uno que nos obligue a defender atrás durante fases largas." Hözl asentía, aportando perspectiva: "También uno que juegue muy directo. Será incómodo, pero necesario." Deutschl, desde el lado logístico, reforzó: "He hablado con varios clubes y están abiertos a fechas. Pero debemos cerrar hoy para pasar todo a planificación." Durante casi dos horas, entre hojas que cambiaban de manos, pequeñas discrepancias técnicas y consensos naturales, los tres fueron dibujando una pretemporada exigente, gradual y totalmente alineada con la filosofía de Bieler. No era una simple preparación física: era el primer ladrillo del nuevo Hoffenheim. "Cada amistoso debe acercarnos a la identidad que buscamos," insistió el entrenador, cerrando la carpeta con firmeza. "En los próximos días anunciaremos los rivales. Quiero claridad desde el principio." Hözl sonrió, satisfecho: "Será una pretemporada dura, pero correcta." Y Deutschl, reuniendo los documentos, remató: "Lo prepararé todo para el comunicado. Desde mañana ajustamos las sesiones a esta planificación." Salieron por el pasillo silencioso de la Ciudad Deportiva, conscientes de que esta reunión no había sido solo un trámite: era el primer paso real del proyecto Bieler, un mapa cuidadosamente trazado sobre el que se construirá el nuevo Hoffenheim.